La colección de «patinazos» en las instruciones del juez Garzón
Para unos, es un héroe que ha sentado en el banquillo al entramado etarra y los «narcos» más buscados. Para otros, es un villano que peca de exceso de protagonismo y ambición por saltar a las primeras planas. Su suspensión está a la vuelta de la esquina, coinciden todos. En sus 22 años en la Audiencia, alberga una serie de tramitaciones erróneas o que se quedaron en nada

Es el «superjuez». La «salsa», digámoslo coloquialmente, de todas las grandes instrucciones desarrolladas desde la Audiencia Nacional, con permiso de macroprocesos como el del 11-M y el que ha abierto el juez Eloy Velasco contra el Gobierno de Hugo Chávez por «cooperar» presuntamente en la alianza de ETA con las FARC . Baltasar Garzón recaló en este Alto Tribunal el 22 de enero de 1988, hace ya más de dos largos decenios. Durante este tiempo se ha ganado a pulso el calificativo de «juez más mediático» o «juez estrella» instruyendo actuaciones que le han puesto en primera línea informativa en cientos de ocasiones. Abrió fuego con el «caso Marey» cuando condenó a 108 años de prisión para dos ex policías, José Amedo y Míchel Domínguez, acusados de varios intentos de asesinato y el secuestro de Segundo Marey, un ciudadano hispano-francés confundido con un cabecilla etarra. Era el 13 de julio del mismo año de su aterrizaje en la Audiencia y, éste, el primer juicio de la «guerra sucia» de los GAL que puso en serios aprietos a un Felipe González que, sin embargo, le colocó como número dos en su candidatura a las generales en 1993. Ese caso ya encarnó su trampolín mediático. Pero habría muchos más, decenas, con los que pasó rápidamente a la historia de la democracia reciente de nuestro país y a los libros de Justicia para siempre. En el seno de la judicatura, una de sus fuentes de elogio constante nace de que fue el gran juez perseguidor de los batasunos y el entorno terrorista. Pero en las mismas escuelas judiciales que estudiarán sus instrucciones contra ETA, también se hablará de sus funestos errores judiciales. Se dice que el juez morirá, no en el sentido bíblico pero sí profesionalmente, de éxito. Su necesidad de protagonismo mediático, su cargo, sus relevantes actuaciones que no entienden ni de fronteras ni de líderes mundiales le llevarán, coinciden los expertos judiciales y decenas de foros judiciales en internet, a ser apartado de la carrera judicial este mismo 2010. Su suspensión está a la vuelta de la esquina, coinciden.
Partidarios y detractores, izquierda y derecha
Con Garzón sucede algo obvio: a nadie deja indiferente. Para unos, es un héroe que ha cometido algunos errores de forma o técnicos, pero con una leyenda forjada a base de trabajo y tesón . Para otros, es un villano que ha coleccionado actuaciones contra sus «enemigos» como el PP, dictadores como Augusto Pinochet (contra el que lanzó la orden de arresto en 1998), o, simple y llanamente, un delito más de estar por casa, ha pecado de ambición.
Ramillete de tramitaciones erróneas
Entre las «taras» que han jalonado su carrera como instructor sobresalen las siguientes: 1. La más reciente y que le sentará en el banquillo es la llamada «CAUSA DE LAS FOSAS»: Investigar los fallecidos y desaparecidos a manos del franquismo desde el 18 de julio de 1936, durante la Guerra Civil y los 40 años de régimen franquista. Éste fue, ni más ni menos, el caso que abrió Garzón contra el Caudillo y 44 miembros de sus gobiernos por la llamada memoria histórica. Se inhibió en juzgados territoriales de España, pero varios de ellos como el de Granada devolvieron el proceso a la Audiencia al no considerase «competentes» para la tarea que pedía el juez Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. El gran «suspenso» a su actuación se produjo primero, a nivel social, por «reabrir heridas del pasado», y luego, cuando se admitió a trámite la querella interpuesta contra su actitud acusándole de «prevaricación». El Tribunal Supremo, con el instructor Luciano Varela al frente, dirige la actuación que le sentará en el banquillo. En este punto cabe destacar que Varela, gallego que comenzó con Garzón la instrucción contra la «Operación Nécora» y el narcotráfico en Galicia , es quizá el miembro más representativo del sector más izquierdista de la asociación de togados Jueces para la Democracia (JpD). La «enemistad» que Garzón achaca al magistrado del Supremo, como a los vocales del CGPJ Margarita Robles, Fernando de Rosa y Margarita Robles, no ha impedido que Varela vaya a juzgar al juez . Dicen los expertos que la exagerada leyenda de Garzón tendrá en este proceso el final insólito, la crónica de una muerte profesional anunciada .
2. Anuladas todas las escuchas de la «GÜRTEL» : Garzón destapó la caja de Pandora en febrero de 2009 de un posible caso de corrupción empresarial que salpicaba a cargos del PP. Posteriormente, tuvo que inhibirse en favor de los Tribunales Superiores de Justicia de Valencia y Madrid para que estos juzgasen a los Camps, Costa, López Viejo, Bosch Tejedor y Martín Vasco, entre otros, a los que se ponía nombre en la red de Correa (Francisco). Luis Bárcenas y Jesús Merino, dos aforados nacionales del PP, tienen su nombre ya elevados hasta el Tribunal Supremo. Sin que se conozca el futuro de estos, sí se sabe que Garzón utilizó «métodos que recuerdan en cierto modo el procedimiento inquisitorial» de la tortura para conseguir las escuchas telefónicas que mantuvieron los abogados defensores de los tres imputados de la «Gürtel» encarcelados en el penal madrileño de Soto del Real. Con la anulación de esta prueba procedimental, se podría eternizar el sumario de la «Gürtel» , tal y como publicó en su día ABC.
3. COBROS BAJO SOSPECHA por organizar unos cursos en la Universidad de Nueva York: Tiene pendiente Garzón de saber si su estancia en EE.UU. para dar unos cursos en el Centro Rey Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York, entre marzo de 2005 y junio de 2006, le vale otra sanción. Tras admitirse la denuncia por supuestos cobros que éste habría recibido por dirigir los cursos y para los que se habría «servido» de contactos con el mismo presidente del Banco Santander, Emilio Botín y otros altos directivos de la entidad financiera, con el supuesto fin de obtener fondos. La cita será el 15 de abril en el Tribunal Supremo, ante el magistrado Manuel Marchena.
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