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Elecciones Cataluña

Ciudadanos prepara la campaña del 21-D como un cara a cara entre Arrimadas y Junqueras

Cs intenta que PSC y PP se comprometan antes de la campaña a apoyar a Arrimadas si hay opciones de desbancar a los independentistas

Inés Arrimadas en el Parlamento de Cataluña Inés Baucells
Víctor Ruiz de Almirón

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¿Oriol Junqueras o Inés Arrimadas? Ciudadanos tiene intención de que sea esa la pregunta que fije el marco en el que debe desarrollarse la campaña electoral del 21 de diciembre. Es un mensaje que ya venían deslizando en las últimas semanas cuando reclamaban la convocatoria electoral y es una estrategia que lleva meses en la cabeza de Albert Rivera y su equipo.

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Todas las encuestas publicadas indican que Ciudadanos sería el segundo partido más votado por detrás de ERC. El objetivo de la campaña será potenciar esa figura de Arrimadas como presidenciable frente a Junqueras. Aunque Albert Rivera se volcará en la campaña catalana, una de las ideas fuerza será la de «Arrimadas presidenta». Un mensaje que no podían aplicar en 2015.

La propia Arrimadas puso ayer encima de la mesa la posibilidad de alcanzar «un acuerdo previo» con el PSC y el PP para buscar un gobierno que desaloje al independentismo tras los comicios. «Es hora de sumar, de llegar a acuerdos. Me gustaría que hubiera un compromiso previo de los constitucionalistas para apoyar la lista más votada tras el 21-D. Todos los catalanes deben saber qué van a hacer sus representantes. Yo me comprometo a hacerlo».

La propuesta descarta de facto la candidatura unitaria. Y se envuelve en la contrapartida de que Ciudadanos estaría dispuesto a actuar igual si alguna fuerza constitucionalista les supera. Algo que, por otra parte, era obvio. El objetivo es garantizar ese apoyo a Arrimadas y presentarla en campaña como líder del bloque constitucionalista .

Pero la oferta presenta una segunda intención: ahondar en el discurso equidistante de Podemos y Catalunya en Comù. ¿A quién harían presidente Iglesias y Colau? «Los catalanes deben saber qué van a hacer sus representantes», reclamó ayer Arrimadas.

Pero esa segunda plaza está realmente en juego, porque ningún sondeo apunta tampoco a que Ciudadanos pueda dispararse en las urnas. Algunos pronostican incluso ligeros descensos respecto a su resultado en septiembre de 2015. El PSC aspira a esa segunda posición y se muestra reacios a englobarse en el frente constitucionalista.

Aliados y rivales

Un pacto previo entre PSC y Ciudadanos es muy complejo, porque ambos son competidores electorales . El resultado que Arrimadas logró en 2015 (25 escaños desde los 9 de Rivera en 2012) se cimentó en un gran crecimiento en los feudos tradicionales del PSC, como el área metropolitana de Barcelona. En estas áreas hay también un tercer competidor en Catalunya en Comù, ya que muchos de los que votaron a Arrimadas en las autonómicas habían apostado en las municipales por Ada Colau.

El primer secretario del PSC, no obstante, aseguró que el partido solo pactará con aquellas formaciones «que quieren acordar, pero no con los que quieren romper» . La puerta al acuerdo no está por tanto cerrada, pero los socialistas no quieren que la campaña se asocie de entrada a Ciudadanos porque su objetivo es no dejar vacío un hueco electoral a su izquierda que pueda ocupar Catalunya en Comù con Xavier Domènech de candidato.

El coordinador del PP, Fernando Martínez Maillo, descartó ayer una candidatura de unidad . Pero los populares sumarán si hay posibilidad de apartar a los independentistas.

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