Chávez invita a las empresas españolas a su «proceso revolucionario»
Ni siquiera el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, supo hasta el último minuto quién iba a ser ayer su anfitrión en la Venezuela de Hugo Chávez. Se cambió tantas veces el programa en tan poco tiempo que la única opción segura era esperar, ya ... sentados en el salón donde se iba a celebrar el encuentro empresarial, para ver qué ministro entraba por la puerta: al final fueron seis, entre ellos, el de Exteriores, Nicolás Maduro, recién llegado de la frontera de Honduras, donde ya no sabe qué hacer para conseguir el retorno de Manuel Zelaya.
Con su habitual discurso revolucionario y después de darles la bienvenida en nombre del comandante Chávez, que supuestamente recibirá mañana a Moratinos, Maduro expuso a los empresarios españoles las grandes metas económicas y sociales de Venezuela y de su zona de influencia. «Venezuela está en el epicentro de un proceso revolucionario», dijo y añadió: «Somos testigos y autores privilegiados de una nueva realidad política y económica» y les ofreció participar en el desarrollo de proyectos conjuntos, «sobre la base de la mutua comprensión, la confianza y el respeto».
Tras Maduro, tomó la palabra Moratinos: «Volvemos con voluntad de trabajar juntos y crear una relación beneficiosa para los ciudadanos de las dos naciones», dijo y agregó que «en época de crisis los amigos tienen que trabajar aún más de la mano y buscar sinergias». El ministro mostró su deseo de que «España pueda acompañar a Venezuela en el profundo cambio que vive» y se atrevió a manifestar que «España y los empresarios confían en la Venezuela del presente y del futuro». Precisamente, Moratinos habló ayer por teléfono tanto con Chávez como con Manuel Zelaya, a quien garantizó que España apoyará su retorno a Honduras lo antes posible. Zelaya, a su vez, le agradeció el respaldo que ha recibido de nuestro país.
Hay tres empresas que tienen altas probabilidades de firmar hoy varias operaciones. Una es Iberdrola, que construirá una planta de ciclo combinado de generación de electricidad por gas en el Estado de Sucre, por valor de 2.000 millones de dólares. Repsol, por su parte, tendrá que vender al Estado venezolano sus participaciones en la central de Termobarrancas como consecuencia de la nacionalización del sector, por otra parte, creará una empresa mixta con PDVSA y firmará un acuerdo de compensación de deuda con este empresa para que le pague en crudo los 200 millones de euros que le debe.
Para intentar aclarar las dudas sobre la situación de Venezuela intervino el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez, quien aseguró que su país ha superado la crisis con «relativo confort», gracias a las «medidas preventivas».
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