Suscribete a
ABC Premium

Caso del rol Los enigmas de Javier Rosado

«A la luz de la luna contemplamos a nuestra primera víctima. Sonreímos y nos dimos la mano. Me miré a mí mismo y me descubrí absoluta y repugnantemente bañado en sangre. A mi compañero le pareció

ABC Javier Rosado (a la derecha) entra a la sala donde será juzgado

«A la luz de la luna contemplamos a nuestra primera víctima. Sonreímos y nos dimos la mano. Me miré a mí mismo y me descubrí absoluta y repugnantemente bañado en sangre. A mi compañero le pareció acojonante, y yo lamenté mucho no poder verme ... a mí mismo o hacerme una foto. Uno no puede pensar en todo...» Javier Rosado relató en su diario, sin escatimar un detalle, el espantoso crimen basado en un juego de rol que él mismo ideó, «Razas»; cifró en un 30 por ciento las posibilidades de que le detuvieran y aseguró que, si eso no ocurría, él y su amigo volverían a asesinar, esta vez a una adolescente. Fue condenado a 42 años. ¿Alguien así puede rehabilitarse, merece una segunda oportunidad? La respuesta no es sencilla.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia