Campo de Gibraltar: cien años esperando el tren

El último varapalo llegó con los Presupuestos Generales del Estado (PGE). En 2019, el Ejecutivo de Pedro Sánchez pretendía asignar a la modernización de la actual línea Algeciras-Bobadilla (construida en 1892) 223 millones de euros. Ahora, el Gobierno de coalición ha presupuestado solo 35,6 . Las críticas llegaron a Madrid más rápido de lo esperado, incluso en boca de alcaldes socialistas, propiciando un comunicado del Ministerio de Hacienda en el que se aseguraba que se reservaba dinero en otra partida genérica de inversión en corredores.

«Lo que ponía en los PGE es lo que ponía, 35 millones. Hay que bucear hasta encontrar los 300», sostiene Carlos Fenoy, presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar . Como cabeza visible de los empresarios de la comarca, es uno de los grandes defensores de una mejora que no llega. Puntualiza que fue en 1919 cuando se aprobó un proyecto para comunicar Algeciras con la frontera francesa mediante una doble vía electrificada de ancho internacional.

Cien años después, a la estación de Algeciras no llega más que una única vía en ancho ibérico, sin electrificar y que sortea el difícil terreno con un trazado lento y sinuoso, sin los apartaderos suficientes para que más trenes usen la infraestructura. Por si fuera poco, su mal estado ha provocado cortes en varias ocasiones. En noviembre, unas inundaciones arrasaron la plataforma ferroviaria y no circuló un solo convoy durante seis meses. Hace solo un par de meses, un tren de pasajeros —que no destacan por su puntualidad y necesitan entre 5 y 6 horas para llegar a Madrid— descarriló a causa de las lluvias, provocando cinco heridos.

«Esto no es una cuestión del Gobierno de ahora, padecemos un olvido de cien años» , subraya Fenoy, que enumera los hitos de la comarca: alberga el segundo polígono industrial del país y el Puerto de Algeciras es el más importante de España y el cuarto de Europa . Fenoy denuncia el trato de favor recibido, a su juicio, por otras regiones, como la Comunidad Valenciana: «Reivindicamos una infraestructura que se pone al servicio de la economía de todo el país, verlo con ámbito localista da a entender la miopía con respecto a su importancia». No duda en señalar al ministro de Transportes, José Luis Ábalos: «No nos ha contestado a ninguna carta, ni siquiera a la felicitación por su nombramiento».

En esta línea va también el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce , que ha impulsado una plataforma que pretende denunciar esta situación. Medio centenar de ayuntamientos de todo el país, de todos los colores políticos, se han sumado ya a ella, convencidos de que saldrían beneficiados del impulso de la Algeciras-Bobadilla: Sevilla, Linares, Burgos, Zaragoza, Santander... El manifiesto fue leído por el alcalde de Madrid, mientras que la alcaldesa de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) trasladó la disposición del presidente castellano-manchego, el socialista Emiliano García-Page, para viajar a Algeciras, reunirse con homólogo andaluz, Juan Manuel Moreno, e impulsar juntos la infraestructura .

«El objetivo es crear una mayor capacidad de desarrollo económico y laboral», defiende Landaluce, que sostiene que lo que buscan es «un desarrollo armónico» y «potenciar la actividad logística de la zona, de los puertos». «No es un desarrollo volcado de una forma caprichosa hacia el Levante o el País Vasco, es un desarrollo de norte a sur que Europa ya vio», sostiene en alusión a los dos futuros corredores europeos que tienen en Algeciras su cabecera. «El jaleo con los PGE no beneficia nada a la credibilidad que tenemos que tener con los empresarios, nadie va a invertir si no tiene la seguridad de que va a poder mover sus mercancías», afirma.

El socialista César Ramos, portavoz del PSOE en la comisión de Transportes del Congreso, asegura que para el Gobierno esta es «una actuación prioritaria que se irá ejecutando conforme se superen los diferentes trámites» . Ese es el motivo que esgrime para justificar el cambio en las cifras de los PGE: «Aparecen las partidas que se pueden ejecutar en 2021, la parte más importante de la obra lleva unos trámites que todavía no se han superado». Actualmente, la idea de crear una nueva línea de altas prestaciones se ha desterrado: el objetivo es reformar la de 1892 para que esté electrificada y cuente con apartaderos que permitan el cruce de trenes de hasta 750 metros . «La voluntad política está, los trámites se están haciendo y las partidas presupuestarias existen», zanja.

A pesar de las dificultades, el Puerto de Algeciras consigue año a año aumentar el número de contenedores que pasan directamente del barco a los raíles. La previsión es que en 2020, a pesar de la pandemia, se haya evitado la puesta en circulación de 10.000 camiones cargados de mercancías listas para ser repartidas por España y Europa, una cifra superior a la del ejercicio anterior. El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA), Gerardo Landaluce , defiende que esto también es una cuestión medioambiental: la modernización evitaría la circulación de más camiones y los trenes funcionarían con tracción eléctrica, no diésel .

Su apuesta, decidida, incluye 18 millones reservados en las cuentas de la APBA para mejorar la línea: «Y no se han ejecutado». «Pedimos a Adif que priorice proyectos estratégicos, no debemos quedarnos solo en un cuello de botella histórico. Lo que da sentido a esta estrategia es que haya penetración en el territorio. Es Córdoba, Linares, Madrid, Zaragoza o País Vasco. Es automoción, textil, aeroindustria...». «El proyecto del ramal central no va en contra de nadie , va a favorecer el desarrollo de un entorno de España», insiste el presidente de la APBA. Hasta que llegue ese momento, en el Campo de Gibraltar siguen esperando. Las pocas locomotoras que recorren cada día la Algeciras-Bobadilla siguen avanzando a paso lento hacia una mejoría que debió llegar muchos años atrás. «Se ha quedado en tierra de nadie y ni unos ni otros lo impulsan» , sentencia Gerardo Landaluce.