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El bloqueo de Puigdemont constata la débil unidad de Junts per Catalunya

El primer fracaso de JpC evidencia que no es un grupo homogéneo y que tiene fisuras

Vídeo: Tiemblan los cimientos del procés ATLAS

Daniel Tercero

«La lista del presidente». Con esta idea acudió Junts per Catalunya (JpC) a la cita electoral del 21-D. Todo o nada con Carles Puigdemont como cabeza de cartel y con dos frentes electorales abiertos. Uno, para ser la formación más votada –que perdió, al ganar las elecciones Inés Arrimadas (Cs)–. Y dos, para manterner –el PDECat forma parte de JpC y es la lista heredera de CDC– la hegemonía dentro del bloque secesionista. Este segundo frente fue un éxito y Puigdemont doblegó a ERC, partido liderado por Oriol Junqueras que aspiraba a ser, por primera vez, la lista más votada.

Sin embargo, la realidad está siendo más dura de lo esperado en las filas de JpC . Puigdemont no solo está huido de la Justicia y sin ganas de volver a España, sino que, además, desde que se han conocido los mensajes que el expresidente de la Generalitat envió a Toni Comín, en los que le confiesa el final del «proceso secesionista», la crisis interna de JpC parece no tener una salida clara más allá de abocar a los catalanes a unas nuevas elecciones al Parlamento de Cataluña.

El pacto entre JpC y ERC, tras el 21-D, otorgaba la presidencia del Parlament a los de Junqueras, que optaron por Roger Torrent , y la presidencia de la Generalitat a JpC, que apostaron por Puigdemont. Pero para que éste sea presidente autonómico, tal y como reclama JpC, Torrent tiene que asumir una responsabilidad, que podría tener consecuencias penales. Lo dijo ayer en declaraciones a la ACN, Marta Rovira, número dos de ERC, y en un segundo plano mediático desde la noche electoral: « Para nosotros es fundamental que la investidura no implique improvisaciones , que no se haga sin garantías, y sobre todo que sea efectiva y que además no implique consecuencias penales para muchísima gente».

«Todos los escenarios»

El miedo a perder la Generalitat o ir directos a unas elecciones empieza a sentirse en las filas de JpC. Puigdemont hizo esta lista a su imagen y semejanza. El resultado electoral dejó a JpC con 34 escaños en el Parlament. De éstos, 11 (incluido Puigdemont) son miembros del PDECat, partido que, siguiendo la estrategia que plantea ERC no quiere asumir más «mártires a la causa» (Artur Mas, Francesc Homs, Jordi Turull, Josep Rull, Lluís Puig, el Joaquim Forn...), pero todavía no lo defienden públicamente .

Elsa Artadi y Eduard Pujol son los encargados de mantener las filas bajo control . Gemma Geis gestiona la estrategia jurídica y la forma de forzar el Reglamento del Parlament. Junto a Francesc de Dalmases y Aurora Madaula, forman parte del núcleo que defienden bloquear cualquier actividad parlamentaria que no pase por investir a Puigdemont.

Desde el PDECat confían en Turull y Rull, que se mantienen firmes en su defensa del expresidente autonómico pero abiertos a alternativas. La debilidad de JpC es total. «Se trabaja con todos los escenarios» , señalan desde el PDECat. JpC es un grupo muy heterogéneo y con un solo objetivo –que Puigdemont sea presidente–, cada vez más difícil –si no imposible– de conseguir. JpC es la lista del presidente. Y poco más.

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