Blesa acusa a Manos Limpias, Ausbanc y Elpidio Silva de concertarse para actuar contra él

El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha acusado al juez inhabilitado Elpidio Silva de concertarse con Manos Limpias y Ausbanc, cuyos líderes están en prisión por formar una trama de extorsión, para actuar contra él en la investigación que le llevó a la cárcel en dos ocasiones: la compra de Banco de Florida.

En su comparecencia como testigo, Blesa ha relatado que los problemas con Ausbanc comenzaron cuando la extinta caja de ahorros dejó de pagar los convenios publicitarios con la supuesta asociación de usuarios. Entre esos ataques el expresidente de Caja Madrid sitúa la actuación para acusarle por la compra de Banco de Florida , por el que Caja Madrid pagó 1.134 millones de dólares en 2008. Esta causa ha sido archivada y Silva ha sido inhabilitado.

El expresidente de la entidad, que será juzgado a partir del 23 de septiembre por la entrega y el uso de las tarjetas black, ha asegurado que Pineda le llegó a amenazar con la publicación de unos supuestos vídeos ficiticios suyos en Cuba , adonde había viajado por trabajo, según han informado fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio.

Cuando Blesa dejó el mando de Caja Madrid en manos de Rodrigo Rato , en enero de 2010, la caja de ahorros volvió a pagar los convenios con Ausbanc, quien cambió radicalmente su actitud hacia ella: todo eran halagos en las revistas del grupo. Así lo ha explicado el expresidente de Caja Madrid, quien ha dado a entender por tanto que Rato aceptó los pagos y exigencias de la asociación de Pineda.

Otros dos testigos, los directivos de Catalunya Banc Joan Rafols Llach y Ramón Luis García Torre , han desvelado otra actuación por la que Ausbanc trató de coaccionarles. Según han explicado al juez, la asociación liderada por Pineda les exigió una gran cantidad de dinero para llegar a un acuerdo después de que el banco perdiera una demanda por el redondeo de tipos de interés en productos.

Ausbanc exigió a los representantes de Catalunya Banc, que en grabaron la reunión de la propuesta, 250.000 euros por publicidad institucional y otros 250.000 euros para pagar a los usuarios afectados por la demanda. En caso de que no fuese necesario, Ausbanc se quedaría el dinero. La entidad financiera catalana no aceptó y solo tuvo que indemnizar a los afectados con 5.196 euros.