El juez Bermúdez archiva la investigación contra Fernández Díaz porque el ministro no sabía que los datos eran secretos
El auto se publica dos días después de que la Fiscalía de la Audiencia Nacional pidiera que se archivara la causa
n.v.
El juez de la Audiencia Nacional Gómez Bermúdez ha decidido archivar la investigación contra el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz , por la presunta revelación de secretos respecto al caso del secuestro de Publio Cordón debido a que en ... el momento de su comparecencia el pasado mes de julio el titular de Interior no tenía conocimiento del caracter secreto de los datos que estaba revelando.
En esa comparecencia pública, que se produjo por la detención de tres grapos en Andalucía, el ministro reveló datos que en ese momento estaban secretos , entre ellos que Publio falleció el decimoquinto o decimosexto día de su cautiverio, «conclusión a la que se llega porque en el interior del armario (en realidad un trastero abuhardillado) había unas marcas a modo de calendario, dando todos los detalles sobre dichas marcas»; que Cordón rompió esa cadena y murió tras caer por una ventana del primer piso en su intento de escapar; que sus secuestradores le dejaron y después ocultaron el cadáver para poder cobrar el rescate que exigían por su liberación, o que en el cobro del precio exigido tuvo una «intervención destacada» Manuela Ontanilla Galán.
Dice el juez que estos hechos, «de manera muy especial que la vivienda estaba en Lyon , que se había alquilado con documentación falsa por Teijelo y que Ontanilla interviene en el cobro del rescate, eran datos sensibles que no debieron ser divulgados porque estaban protegidos por el secreto del sumario y, además, eran esencia de la imputación que se hacía a algunos de los detenidos (Teijelo) y la base sobre la que desarrollar nuevas investigaciones para intentar aclarar cuál había sido la intervención concreta de dos de los detenidos (Ontanilla y Sarasa)».
A pesar de ello, Bermúdez reconoce ahora que «para que pueda apreciarse siquiera indiciariamente la comisión de dicho delito es necesario que la persona que divulga la información tenga conocimiento de que está facilitando datos protegidos por la declaración de secreto procesal y, no obstante, los revele». En este caso, dice, el ministro no sabia que la causa estaba secreta, y llega a esta conclusion, porque el 20 de julio, un día después de esa rueda de prensa, al ser un preguntado por un periodista, respondió que había datos de la investigación que no podía revelar porque estaban bajo secreto, como si se hubiera enterado de este extremo después de esa comparecencia.
A diferencia de cuando inició este procedimiento, Bermúdez considera ahora que el ministro « no quería perjudicar la investigación y existiendo datos que indican que no tenía conciencia del deber de reserva por mandato judicial, no procede elevar una exposición razonada al Tribunal Supremo».
Tampoco procede el juez contra los que informaron al ministro de los datos y hechos divulgados, «pues actuaron dentro de la obligación de reportar legalmente establecida, sin que, por otro lado, el olvido o descuido en prevenir al señor ministro del carácter secreto de las actuaciones tenga reproche penal alguno».
Precisamente el miércoles la Fiscalía de la Audiencia Nacional había pedido que se archivara esta causa alegando que Fernández Díaz se limitó a informar a la opinión pública sobre el caso del secuestro de este empresario zaragozano por los GRAPO
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