Batasuna cita al PSE para negociar este mes su legalización

Fuentes conocedoras del proceso consultadas por ABC desconocen a fecha de hoy la respuesta de los socialistas vascos a la invitación de los batasunos para compartir mesa. Hay un sector, con fuerza en Guipúzcoa, a cuyo frente se encuentran, entre otros, el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, que en los últimos meses se viene posicionando a favor de la legalización de los herederos de Batasuna y, por tanto, considera dentro de la normalidad política recuperar los contactos. Argumentan que la presunta apuesta por «las vías exclusivamente políticas» de la «izquierda abertzale» es suficiente como punto de partida para mantener reuniones con los dirigentes «batasunkides». Además, según estos sectores del PSE, acceder a entrevistarse con los más pragmáticos reforzaría sus tesis frente a los más ortodoxos, que aún no han dicho su última palabra.

A fionales de 2003 representantes de Batasuna ya mantuvieron reuniones secretas con el PSE de cara a allanar su camino para presentarse en las elecciones. Y no les salió del todo mal la jugada. Ello porque pudieron colarse en las autonómicas vascas de 2005, a través del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), y en las municipales de 2007, mediante la formación fantasma de ANV.

En próximas fechas los dirigentes de la «izquierda abertzale» presentarán en público su nueva marca y, en principio, no encontrarán grandes obstáculos para formalizar su inscripción en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior. Los «batasunkides» tienen fácil encontrar a tres personas «no contaminadas» para que protagonicen el papel de presidente, vicepresidente y secretario o vocal. Los estatutos estarán inspirados en los del PSOE e incluso del PP, buscando así coartada para superar el filtro de la Ley de Partidos. Los Otegi intentan mantener en secreto las nuevas siglas hasta el momento de su presentación, para acumular expectación y lograr así un mayor efecto propagandístico. Uno de los nombres que ha barajado es el de «EuskalHerria bai», inspirado en el de la coalición «Nafarroa bai» que tan buenos resultados ha dado a Aralar, EA y PNV en Navarra en las últimas consultas electorales. Los Rufino Etxeberría han aplazado la presentación de su nueva marca hasta que ETA anunciara su alto el fuego, en un intento de escenificar que en los últimos meses el conjunto de la «izquierda abertzale» está dando pasos acelerados a favor de la paz.

Esperanza en Otegi

¿Cederá el PSE a las presiones de Batasuna para reunirse en los próximos días en busca de su legalización, como lo hizo en 2003? De momento, los socialistas vascos y, en particular, el lendakari, Patxi López, han bajado el nivel de sus exigencias a la «izquierda abertzale». En declaraciones a «El Correo», López consideró que la banda se ha visto forzada a declarar el alto el fuego, entre otros motivos, por «presión» de la propia «izquierda abertzale», ya que es «evidente que en los últimos meses está también pidiendo a ETA que no sólo haga este comunicado, sino que vaya mucho más allá». Dicho esto, subrayó como «positivo» que en esta ocasión haya sido «la primera vez que la “izquierda abertzale” sea quien exija, presione y condicione a ETA, y no al revés, como ha sucedido hasta ahora». Por este motivo, el lendakari reconoció que espera que el mundo de Batasuna «siga dando pasos en la misma dirección» y «nos demuestre con hechos que la apuesta que dice querer mantener por las vías políticas y democráticas es seria»,