Aznar eligió a Rajoy porque lo consideraba idóneo para enfrentarse a los nacionalistas
El expresidente admite en un nuevo libro que eligió a Rajoy como sucesor tras el doble rechazo de Rodrigo Rato
paloma cervilla
El expresidente del Gobierno, José María Aznar, asegura en sus memorias que optó por Mariano Rajoy para sucederle al frente del PP y como candidato a la Presidencia del Gobierno porque lo consideraba la persona más idónea para gestionar el reto de los nacionalismos. ... En un adelanto de sus memorias, a las que ha tenido acceso ABC, Aznar explica que llegó a esta conclusión después de constatar que el entonces presidente de la Generalitat, Pascual Maragall, «no buscaba un buen acuerdo para Cataluña, sino la confrontación con el PP y su exclusión de la vida pública. Su verdadero planteamiento era "cuatro años más de Aznar y hacemos que estalle España"».
Aznar subraya que «en este contexto, con la izquierda y los nacionalismos dispuestos a hacer lo que hiciera falta contra el PP, incluido socavar los principios del régimen constitucional, me incliné por Rajoy». A su juicio, «me parecía que la personalidad de Mariano era la más adecuada para gestionar un reto de estas características. Si hubiera pensado que Rato iba a administrar mejor el desafío nacionalista, lo habría propuesto ».
El expresidente reconoce que «Mariano me inspiraba más confianza. Rajoy y yo compartíamos la misma postura ante el nacionalismo. Mariano no sentía la menor simpatía hacia los nacionalistas, pero, en cambio, sabía bien lo que era el Estado autonómico. Además, nunca se había refugiado en el burladero ante situaciones difíciles.
En sus memorias, Aznar recuerda cómo en las Navidades de 2000 le pidió a Rodrigo Rato que se pensara si quería ser el próximo líder del PP y candidato a la Presidencia del Gobierno. Entonces le respondió que no se veía capaz de asumir esa responsabilidad. Una semana después volvió a insistirle, y entonces no le respondió directamente, sino a través de un artículo de un periodista: «Lo que no me había dicho a mí se lo había contado a un periodista . No volvimos a hablar de este asunto hasta el verano de 2003. Entonces fue Rodrigo el que puso el tema sobre la mesa. Me anunció que había cambiado de opinión y que ahora sí quería ser el candidato del PP a las elecciones generales previstas para el mes de marzo siguiente. Le contesté: "Tú me has dicho dos veces que no". Y él respondió: "Pero ahora te digo que sí". No le contesté nada, solo tomé nota".
La última conversación se produjo el 30 de agosto, después de anunciar Aznar a Rato, Mayor Oreja, Javier Arenas y al propio Rajoy su decisión final: «Cuando terminamos de comer, le pedí a Rodrigo que se quedase un momento. Quería tener un gesto de deferencia hacia él. Entonces me volvió a decir: "Pues ahora hubiese querido". Lo sabía entonces y lo supe en el momento de tomar la decisión. Sin embargo, después de una reflexión larga y profunda, había llegado a la conclusión de que elegir a Mariano Rajoy en lugar de a Rodrigo tenía más ventajas que inconvenientes».
El expresidente admite que después de su decisión «nuestra relación ya no sería la misma», pero que nunca pensó que «Rodrigo pusiese una distancia tan grande desde tan pronto ». Con ello aludía a su implicación para que Rodrigo Rato fuera el director del Fondo Monetario Internacional y «la escasa comunicación que éste tenía con él para informarle sobre el desarrollo de nuestras gestiones: Él a mí no me llamaba para contarme nada».
La constatación de que se había abierto una brecha se produjo «con motivo de la primera visita que Rodrigo realizó a España ya como director gerente del FMI, en la que citó a una amplia reepresentación del mundo político y económico español. A mí no me llamó».
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