Los audios del caso de corrupción en el Metro de Quito: «Nos han dado el contrato»
ABC accede a unas cintas donde el primer imputado da por suyo un concurso cuatro meses antes de convocarse
La Audiencia Nacional rastrea mordidas de más de un millón de euros en el Metro de Quito
Jesús Trabada en el Metro de Moscú
«Nos lo han dado. Estamos dándonos de alta en Quito y en cuanto seamos empresa ecuatoriana, nos firman el contrato». Es 5 de noviembre de 2012. Quien habla es Jesús Trabada, ex consejero delegado de la extinta empresa pública de transportes madrileña Mintra y ... Fundador y Director de Bustren PM, mercantil en la sombra a la que se adjudicó en junio de 2013 un contrato relacionado con la construcción del Metro de Quito. Según la investigación que sigue un juez de la Audiencia Nacional, fue a cambio de pagar 1,2 millones de euros en mordidas a funcionarios ecuatorianos.
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ABC ha tenido acceso a una batería de audios que apuntalan la tesis de que Trabada tenía información de antemano. Aquel 5 de noviembre de 2012 daba por cerrado un contrato que se adjudicaría seis meses después. Se lo cuenta en sus oficinas a unos rusos que acabarían siendo sus socios para hacer ingeniería pero en el Metro de Moscú. «Nosotros por la dirección de obra (de Quito), hemos ofertado 15 millones sobre una cosa que cuesta 1.200» , dice el empresario en la conversación. Después, matiza: «Bueno, no lo hemos ofertado. Nos lo han dado». Y explica: «Las partes del proyecto anteriores las ha hecho Metro de Madrid, que ahora se han retirado del asunto».
Imputado en el caso Púnica
Jesús Trabada es conocido ya en la Audiencia Nacional. Está imputado en el caso Púnica por presuntas irregularidades en la Comunidad de Madrid en tiempos de Francisco Granados. Ahora, se le imputa corrupción en los negocios internacionales junto a un puñado de empresarios españoles y al hijo del Cónsul Honorario de Ecuador en Madrid, quien habría ejercido influencias en su favor.
Según los audios a los que ha tenido acceso ABC, Trabada ya en noviembre de 2011, en una reunión que mantuvo en las oficinas de Bustren en la capital daba por cerrado el contrato en Quito: «Nos lo han dado». Y eso que la convocatoria del concurso no llegaría hasta marzo de 2013. El contrato, de consultoría de gerencia, se acabó concediendo el 5 de junio de 2013 y el precio pactado por el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito y el Consorcio GMQ ascendió a 15.356.104,4 dólares, es decir, los «15 millones» de los que él hablaba seis meses antes.
Preguntado por ABC, Trabada no niega la reunión, pero no encuentra explicación a que diese por sentada la adjudicación con ese margen de tiempo. Concede que pudo tener conocimiento del precio por los trabajos preparatorios que se hicieron en Quito, pero insiste en que no pudo decir lo que quedó grabado porque «cualquier tonto» habría podido comprobar que el contrato no se había ni convocado en aquellas fechas.
En la causa obran correos electrónicos de marzo de 2013, en ciernes del concurso, que ponen «claramente de manifiesto» que Trabada y sus socios conocieron los pliegos «mucho antes», según los investigadores. Sostienen que el Consorcio GMQ, que resultó adjudicatario, estaba conformado por las empresas españolas Prointec y KV Consultores y fue creado ad hoc para ocultar y permitir la participación de la mercantil española Bustren PM en el concurso, porque se había creado a finales de 2011 y no reunía los requisitos de antigüedad que exigían las autoridades en Quito. De ahí el comentario en la charla sobre constituir la empresa «ecuatoriana». El sumario apunta que Bustren en realidad habría controlado el 80% del consorcio
La trama rusa
Sobre la mesa ya constan sospechas de que Trabada habría aprovechado su antigua posición en la administración pública madrileña, pues f ue desde ahí como se fraguó el proyecto de Quito: funcionarios ecuatorianos estuvieron visitando la capital desde el año 2010, cuando Metro de Madrid asumió los trabajos y estudios previos. Y según fuentes de la investigación, esos mismos visitantes son los que luego redactaron los pliegos del concurso. Trabada ha negado tajantemente a ABC que mediasen las mordidas de 1,2 millones que presume Anticorrupción.
La reunión en la que se grabó la conversación sobre Quito lo era para que Bustren desembarcara en el metro de Moscú con proyectos de ingeniería. Y le salió bien. Consiguió un contrato marco con el Ayuntamiento para el diseño de hasta 80 kilómetros de suburbano. Pero en un audio al que tuvo acceso ABC ya de mayo de 2015, parece reconocer que allí mediaron prácticas similares a las que se investigan por su negocio ecuatoriano. «Me facturarán con cosas no hechas», asegura, en relación a la 'pata' rusa del proyecto. Da a entender que esos socios de allí se llevan un 30% que va inflado en el precio. Preguntado por este asunto, Trabada insiste a ABC en que constituyó una sociedad en Rusia de la que por ley, empresarios locales tenían un 30% de la participación. De ahí la cifra. Dice que «jamás», ha inflado precio alguno, pero en el audio, una persona le pregunta si se ha «incrementado el precio» en ese porcentaje. «Claro», responde Trabada.
La Fiscalía Anticorrupción ya repasó los contratos con la empresa de Trabada en relación a metro de Moscú al inicio de sus pesquisas, pero no halló indicios suficientes para ponerlo en conocimiento de la Audiencia Nacional como sí hizo con el caso de Quito. En todo caso, las fuentes de la investigación consultadas por ABC hablan de la dificultad de perseguir este tipo de actuaciones en Rusia. Destacan además, que la persona que auspició el contrato con Bustren, vicealcalde de Moscú en las fechas, hoy forma parte del Gobierno de Vladimir Putin.