De asaltar joyerías de lujo a traficar con una mafia de los Balcanes

Cuando los agentes comenzaron a trabajar sobre los objetivos, y después de pasar todos los datos obtenidos sobre ellos por las bases policiales, se llevaron una última sorpresa: uno de los investigados, de algo más de 40 años de edad, no solo pertenecía a esa mafia, sino que además había pertenecido a los Pink Panther, la mítica banda de paramilitares surgida tras la guerra de los Balcanes que asaltó las mejores joyerías de 35 países de todos los continentes, entre ellos España. Se trataba de Predag Vujosevic , implicado en alguno de los golpes más audaces de la banda . Se unió al grupo mafioso porque también él es de Montenegro... Y de algo había que vivir.

La presencia del clan Skaljari en España no era una novedad para las Fuerzas de Seguridad. De hecho, un vuelco (robo) de cocaína en el puerto de Valencia en 2014 había provocado una sangrienta guerra entre clanes de los Balcanes que aún hoy continúa y que ha dejado ya medio centenar de asesinatos en ajustes de cuentas. Asimismo, según las fuentes policiales consultadas por ABC la organización mafiosa había sido detectada en la Costa del Sol , otros puntos de Levante y Cataluña , por lo que no era una novedad que sus miembros actuaran desde España. Sí lo era, en cambio, que hubiesen elegido Canarias como base de operaciones para traficar con cocaína.

La investigación permitió conocer que la red mafiosa había establecido un canal de introducción de cocaína en las islas y que almacenaba la droga en viviendas alquiladas en residenciales de lujo. Los integrantes del grupo pasaban totalmente desapercibidos, y desde estas casas procedían a la distribución de las sustancias estupefacientes a organizaciones locales.

Los investigadores detectaron en noviembre cómo miembros de la organización entregaban en dos días distintos 250.000 y 155.000 euros en efectivo , respectivamente, a terceras personas cuya misión era sacar ese dinero del archipiélago e introducirlo en el circuito legal.

Los seguimientos y vigilancias fueron muy complicados. Los objetivos de la Policía eran tipos muy bragados, con experiencia, que mantenían estrictas medidas de seguridad para no ser descubiertos. Por ejemplo, cuando conducían daban varias vueltas a una rotonda para comprobar que no eran seguidos, y hacían contravigilancias por la misma razón .

«Eran neuróticos en todo lo que tenía que ver con su seguridad, no solo porque querían escapar del control de la Policía y la Guardia Civil, sino porque son conscientes de que podía ser objeto de un ajuste de cuentas, explican las fuentes consultadas por ABC.

Además, no llamaban la atención por llevar cadenas de oro ni hacer ostentación, si bien los seguimientos demostraban que manejaban grandes cantidades de dinero . Sí iban a buenos restaurantes y residían en viviendas de lujo, pero no iban más allá, ya que su éxito era pasar inadvertidos. Por supuesto, utilizaban documentación falsa, porque necesitaban hacerse ‘invisibles’ para trabajar sin ser molestados. «Se trata, sin duda, de auténticos profesionales del crimen organizado », explican las fuentes consultadas.

Después de mucho trabajo policial sobre el terreno se consiguió detectar un supuesto transporte de sustancias estupefacientes que partía de un punto del sur de Tenerife. Una vez identificados los dos vehículos que participaban en el mismo, fue el momento elegido por los responsables de las pesquisas para intervenir.

La operación se diseñó al milímetro, porque había que minimizar los riesgos tanto para los agentes como para todas aquellas personas que estaban en la zona, ajenos a lo que se iba a producir. Por eso, el número de policías y guardias civiles que participaron en el dispositivo fue elevado . El elemento sorpresa fue clave para que los dos miembros del clan montenegrino detenidos en ese momento y un español que los acompañaba no pudieran reaccionar. Ninguno de los tres iba armado, pero cuando se produjeron los arrestos los funcionarios que intervinieron no lo sabían.

En los registros de los vehículos se intervinieron 70 kilos de cocaína . Pero el trabajo de los investigadores aún no había acabado. Las pesquisas policiallevaron a los agentes hasta un inmueble ubicado en Costa Adeje , donde fue arrestado un tercer miembro de la organización, que en esos momentos se encontraba custodiando el resto de la droga, hasta los 408 kilos que confiscados en la operación. Precisamente era el exmiembro de los Pink Panther quien custodiaba el cargamento. En total, a los detenidos también se les encontraron 413.000 euros .

En la operación fueron aprehendidos un vehículo; una embarcación tipo yate, que es la que los investigadores creen que utilizó el clan mafioso para llevar la droga a Canarias; doce teléfonos encriptados para que no se pudieran intervenir sus conversaciones; dispositivos electrónicos de seguridad; maquinas contadoras de billetes y envasadoras al vacío, así como diversos útiles y documentación.

Los tres mafiosos detenidos, en opinión de los investigadores, ocupan un nivel medio-alto en la organización , como lo demuestran que se confiase en ellos para custodiar un cargamento de cocaína valorado en 12 millones de euros y dispusieran de una red de viviendas para guardarlo.

Las fuentes consultadas por ABC explican que los grupos criminales surgidos tras la guerra de los Balcanes tienen potentes vínculos con los cárteles de la droga. De hecho, estas organizaciones son las que más cocaína traen a Europa. En España hay un grupo de analistas de la Udyco Central de la Policía que se dedican solo a estas mafias.