Argelia condena a muerte a un activista que España deportó hace 50 días

Así lo confirmó a este diario la organización pro derechos humanos, Amnistía Internacional. También lo corroboró, a través de sus redes sociales, su abogado en España, Eduardo Gómez Cuadrado. Múltiples organizaciones internacionales solicitaron que se anulara la entrega de Benhlima a las autoridades argelinas, pues corría riesgo de sufrir torturas y tratos inhumanos y degradantes.

Benhilima fue uno de los activistas que en 2019 protagonizó el movimiento protesta Hirak, que reclamaba la renuncia del entonces presidente Abelaziz Buteflika. Este activista publicó varios vídeos en sus redes sociales donde enseñaba la corrupción dentro del Ejército argelino. Por esto y por su participación en las protestas su nombre aparecía en una lista de busca y captura. Es entonces cuando decidió huir a España, donde pidió asilo. Pese a estar perseguido, la solicitud de asilo le fue denegada, según su equipo jurídico, y, tras ser detenido en Zaragoza por incumplir la ley de extranjería fue trasladado al Centro de Internamiento de Extranjeros de Zapadores en Valencia.

Como recuerda Amnistía Internacional, siguiendo el derecho internacional, nadie debe ser devuelto a un país en el que corra peligro de sufrir tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Su expulsión coincide en tiempos con la crisis diplomática entre Argel y Madrid, que comenzó con la llamada a consultas al embajador argelino en Madrid. Esta llamada estuvo motivada por el cambio de posición histórico de España sobre el Sahara Occidental, que aceptaba la autonomía de Marruecos sobre la antigua colonia española. «Las autoridades argelinas, sorprendidas por este brusco giro de la posición de la antigua potencia administradora del Sahara Occidental, han decidido convocar a consultas a su embajador en Madrid con efecto inmediato», publicó el Ministerio de Asuntos Exteriores argelino en un comunicado.