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El PNV aprieta a Sánchez para un pacto con Bildu en Navarra frente a Esparza

El nacionalismo vasco vincula su posición en el Congreso de los Diputados a que los socialistas navarros no acuerden con Navarra Suma

Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu Ernesto Agudo

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El ciclo electoral ha reforzado al PNV tanto en el País Vasco como en Madrid , donde el partido que lidera Andoni Ortuzar volverá a tener la llave para facilitar la investidura de Pedro Sánchez . Un apoyo que resulta fundamental si Ciudadanos sigue negándose a facilitar la investidura y si los socialistas no pueden contar con ERC. Los nacionalistas han puesto sobre la mesa una serie de condiciones a cambio de su apoyo al presidente, que «ya sabe» el precio a pagar, apuntan los vascos, si quiere ser reelegido jefe del Ejecutivo. Una de estas máximas es que el PSOE corte los lazos con la derecha en Navarra, un territorio «de enorme importancia» para el PNV. Han advertido a los socialistas de que lo que hagan en la Comunidad Foral «condicionará» sus decisiones en el Congreso de los Diputados.

«Sánchez nos necesita, y si quiere negociar, ya sabe que deberá hablar directamente con nosotros» , apuntaba en Radio Euskadi el presidente de la ejecutiva nacionalista en Guipúzcoa, Joseba Eguibar, quien dejó en el aire el voto favorable del PNV a la investidura del líder socialista si el PSN apoya a Navarra Suma en la Comunidad Foral. De hecho, el dirigente vasco fue incluso más allá, y deslizó que «si no hay acuerdo en Madrid» ni tampoco en Navarra, PNV y PSE, socios en las principales instituciones del País Vasco, no tendrán nada de qué hablar. «La pregunta es quién necesita a quién y dónde», sentenció.

Esta presión de momento no se deja sentir en el PSOE, que consideran que se trata simplemente de una estrategia de presión. «El PNV siempre empieza con un órdago. Para bajar intentará cobrar otro precio», señala un dirigente socialista. Desde el Gobierno se responde además resaltando que en estos meses Sánchez «ha dado cumplimiento» a numerosos acuerdos que estaban cerrados entre el Ejecutivo central y el Gobierno vasco que «estaban atascadaos». Pero en las filas socialistas también se vincula esta declaración con la pertenencia de Eguibar al sector más duro del PNV y no tanto a una línea roja que vaya a poner encima de la mesa Andoni Ortuzar. «Ellos nos necesitan tanto o más que nosotros a ellos», se jacta un dirigente socialista. Aunque otro, más prudente, recuerda que el PNV tiene la opción de Bildu para completar sus mayorías en las instituciones vascas. Aunque no parece que sea ni la prioridad del PNV ni la de Bildu.

Dependencia común

Y es que el PNV precisa también del apoyo del socialismo para retener el poder en la mayor parte de los ayuntamientos de la Comunidad Autónoma vasca . Desde algunos sectores del partido nacionalista, de hecho, matizan las palabras de Eguibar, y apuestan por mantener la buena sintonía con el PSE para conformar mayorías estables en el País Vasco. Sobre todo, ante el auge de EH Bildu, que también salió reforzado de las pasadas elecciones y que ya trabaja para crear alianzas «de izquierda» con Podemos.

Por su parte, el PSE asegura que lo que acontezca en Navarra y Madrid no entrará en la negociación que mantenga en los distintos ayuntamientos y diputaciones del País Vasco. «Nosotros acordamos en Euskadi y para Euskadi», subrayó ayer la secretaria general de los socialistas vascos, Idoia Mendia, que incidió en que si el PNV quiere «hablar de otras cosas» deberá «explicarlo».

No es la primera vez que el PNV, desde su sede de Sabin Etxea de Bilbao, trata de chantajear al Gobierno de Pedro Sánchez con Navarra. Ya el pasado mes de octubre, durante la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, el entonces portavoz nacionalista en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, amenazó con no apoyarlos si no incluía el traspaso de las competencias de Tráfico a la Policía Foral de Navarra. Este traspaso, además de una injerencia en la Comunidad Foral, supondría, de paso, la disminución de la presencia de la Guardia Civil en Navarra.

Posteriormente, el 31 de octubre, durante su visita al Palacio de La Moncloa para entrevistarse con Pedro Sánchez, la presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, teatralizó el traspaso de las competencias como si fuera un logro suyo cuando toda la operación estuvo dirigida desde la capital del País Vasco.

Ya desde la campaña electoral, los socialistas navarros expresaron su intención de llegar a un acuerdo con los nacionalistas de Geroa Bai, la marca navarra del PNV. Pero, como se ha visto a raíz de las declaraciones de Joseba Eguibar, este posible acuerdo sobre Navarra pasa necesariamente por la sede del PNV en Bilbao más que por Pamplona.

El PSN es clave en Navarra

Esta teoría la siguen manteniendo después de las elecciones del pasado domingo. Porque los números le dan. Eso sí, siempre que Bildu opte por la abstención. Algo que, como el martes afirmó el alcalde de Pamplona en funciones, Joseba Asirón, no debería ser un cheque en blanco.

Tras los comicios del pasado domingo, el PSN se ha convertido en la segunda fuerza de Navarra con 11 escaños sobre un Parlamento de 50 representantes. Geroa Bai fue la tercera fuerza con 9 parlamentarios. Entre los dos suman 20 y a este acuerdo se podrían sumar los dos parlamentarios que consiguió Podemos y el único representante de Izquierda Unida. De esta forma, sumarían 23 parlamentarios, a 3 de la mayoría absoluta, lo que obligaría a los abertzales de Bildu a abstenerse.

Por el otro lado, se encontrarían los 20 parlamentarios que ha conseguido Navarra Suma, la plataforma formada por UPN, PP y Cs, que suponen un parlamentario más que el cuatripartito (Geroa Bai, EH Bildu, Izquierda Ezkerra y Podemos), lo que demuestra el descontento que ha provocado la política nacionalista que ha imperado en la última legislatura. La abstención del PSN sería decisiva para hacer a Esparza presidente frente a ese bloque. Fuentes de Ferraz insisten en que «con Bildu nada de nada, siempre lo hemos dicho». Sin embargo no se valora tampoco el apoyo a Esparza. La candidata María Chivite quiere liderar el Gobierno. Ferraz le ha dicho que no puede haber un acuerdo con Bildu. Pero su abstención sin entrar en el Gobierno no se ha descartado.

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