Visiblemente emocionados, Begoña Villacís , Inés Arrimadas y Edmundo Bal han buscado movilizar a quienes quieren un Madrid «de todos» . «Somos esa revolución pacífica, cívica, que es la moderación, la educación, el respeto por el que piensa distinto», ha dicho Bal, quien ha pedido a los madrileños que no se arrepientan el 5 de mayo de no haber ido a votar y de que Cs no esté en el Gobierno regional.
[Este es último dato de participación de las elecciones de Madrid]
Las críticas a Vox y a Podemos, compartidas, han sido constantes. Pero también al candidato socialista, Ángel Gabilondo ,con quien Bal ha descartado gobernar a lo largo de esta campaña por su dependencia de Pablo Iglesias . Frente a quienes lanzan piedras e insultan, ha clamado Arrimadas, habrá este martes, 4 de mayo , «un grito cívico» en las urnas de quienes combaten «el odio» y el «veneno».
El candidato de Cs, recibido con entusiastas gritos de «presidente», ha culminado su campaña, muy aplaudida internamente, con un mensaje para los votantes moderados: «Han querido enfrentarnos y no nos van a ganar (...). Somos más, somos mayoría, ¡vamos Ciudadanos!» .
En el mitin ha habido dos momentos de máxima emoción, cuando Villacís ha agradecido a Ignacio Aguado , con un nudo en la garganta, sus años al frente del partido en la Comunidad de Madrid , y también cuando Bal ha recordado a su compañero Joan Mesquida , fallecido el año pasado.
Tras quince días remando contra los sondeos, que auguran la caída de Cs de la Asamblea regional , en el partido coinciden en dos cuestiones: máxima satisfacción con la campaña y con la labor de Bal. Ahora, su futuro queda en manos de los madrileños.
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