Dos años de cárcel para el joven que agredió a un policía en la bajada del Celedón

Así lo ha acordado la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal en una sentencia hecha pública hoy en la que considera a Ligüerzana responsable de un delito de lesiones en desórdenes públicos y de uno de enaltecimiento del terrorismo a García, y condena al primero de ellos a pagar una indemnización de 2.940 euros al agente herido.

La sentencia considera probado que los hechos ocurrieron el 4 de agosto de 2005, fecha de comienzo de las fiestas de la Virgen Blanca de Vitoria en la que se realiza la "bajada de Celedón", que consiste en que una persona ataviada con traje tradicional pasa corriendo desde la calle Postas hasta la escalinata de San Miguel, una celebración que es objeto de una "muy completa atención mediática".

Por ello, sobre las 18:00 horas, cuando comenzó la travesía de "Celedón", García enarboló en compañía de otra persona una pancarta no identificada "con letras y dibujos" con el anagrama de ETA y las palabras "bietan jarrai".

"Al aproximarse la persona del Celedón, (el acusado) acercó la pancarta hacia dicho lugar, siendo interceptada por miembros de la Policía Local, que la quitaron de la vista pública", añade la sala.

A continuación, y mientras Celedón continuaba su marcha, éste llegó donde se encontraba Ligüerzana, que portaba una "bandera autonómica" con un mástil de palo, con la que golpeó a uno de los agentes, al que le causó lesiones en una mano.

Para el tribunal, pese a que los acusados negaron los hechos en el juicio, los testimonios de los policías en la vista oral corroboran los hechos, además de que el agente herido reconoció "de forma contundente" al que le agredió.

Los magistrados entienden que con la conducta de los acusados "se produce una alteración del orden público como consecuencia de que en la celebración de la bajada del Celedón en Vitoria, lejos de los naturales zarandeos o empujones, propios de la congregación de numerosas personas (...), se produce la intervención de un grupo de personas afines a la banda terrorista ETA y sus objetivos".

Además, la sala considera que los acusados quisieron enaltecer a la organización terrorista y por ello pretendieron "hacer ver a través de la retransmisión por televisión del evento, la presencia de la banda terrorista en las fiestas".