Ángel Carromero: el Rasputín en el punto de mira por la supuesta trama de espías contra Ayuso
Este controvertido personaje tiene casi tantos amigos como detractores en el PP, donde ha medrado desde su adolescencia y que llegó a poner en jaque a la diplomacia española tras el accidente de tráfico en el que murieron dos disidentes cubanos
La pelea entre Casado y Ayuso deriva en una guerra sucia sobre presunta corrupción
El hermano de Díaz Ayuso, el arma contra la presidenta
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Iniciar sesiónLa carrera política (la única, en fin, que se le conoce) de Ángel Carromero tiene dos entreactos: el accidente por el cual fue condenado en Cuba, en el que murieron el disidente que le acompañaba en el coche que conducía, Oswaldo Payá y Harold Cepero, ... en 2012; y la sospecha de que puede ser la mano que mece la nueva trama de los espías (la anterior fue la presuntamente encargada contra el exvicealcalde de Gallardón , Manuel Cobo, en los tiempos de la guerra frigidísima con Aguirre, hace más de quince años) contra la presidenta Ayuso.
Ángel Francisco Carromero Barrios (Madrid, 1985) pasó de presidente de Nuevas Generaciones de distrito de Salamanca a ser el número dos de las juventudes del partido en la región madrileña con mando en plaza; dicen que más que su inmediatamente superiora, Ana Isabel Pérez. Era él quien manejaba los hilos. Lo había mamado desde muy pronto, pues muchos en su entorno lo consideran un medrador profesional. Aquel homicidio en la isla comunista puso en jaque a un Gobierno , el de Mariano Rajoy, que se las vio y deseó para que terminara su condena en Madrid y en tercer grado, tras numerosas gestiones de la diplomacia española.
De aquel viaje sabía mucho su gran amigo Pablo Casado , que comandaba las Nuevas Generaciones a nivel estatal y que le animó a volar hasta Cuba para entrevistarse con disidentes del régimen castrista. También se ganó las simpatías de Esperanza Aguirre, sin duda la principal valedora de una inocencia que siempre ha estado en entredicho. No en vano, previamente había perdido nueve puntos de su carné de conducir en España por conducir a una velocidad excesiva y sumaba más de 40 sanciones de aparcamiento. De los 20 años de condena, acabó en el centro social Victoria Kent , al que solo iba a dormir. Pese a que la Audiencia Nacional dio por bueno en 2014 el juicio en el país antillano por el que acabó condenado por homicidio imprudente. Publicó incuso un libro con su versión, con el que recorrió las redacciones de los periódicos y demás medios hasta conseguir entrevistas y la portada en un diario de tirada nacional.
Tanto en Génova como en el Ayuntamiento de Madrid, dan opiniones contrapuestas sobre él. Entró en el Consistorio en la época de Ana Botella, como asesor, y allí sigue ejerciendo de uno de los hombres de confianza (aunque a raíz de este último escándalo sobre la investigación al hermano de Ayuso se le están cerrando puertas) del alcalde Martínez-Almeida. Se habló de su mala relación con compañeros , incluso de comportamientos un tanto ‘insanos’ con alguno de ellos que no acabaron peor por la mediación de Rajoy y Aguirre. Y nada de eso salió a la luz pública.
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Es fácil verle disfrutando de la noche madrileña (incluso cuando aún se encontraba en tercer grado) y de conciertos en el Wizink Center, en la tribuna de invitados, con amigos y alguna expareja. En el entorno del alcalde, primero en la Junta de Moratalaz y luego en el edificio de grupos de Mayor, cuando el PP estaba en la oposición, y ahora como coordinador general de Alcaldía del regidor popular, se valora «su tremenda dedicación» en el puesto . No en vano, cobra 91.100 euros anuales por ello. Llegó a ser uno de los responsables de la campaña electoral que llevó a Almeida a Cibeles.
Pero su caída en desgracia puede haber llegado, víctima de su propio fuego amigo, de su interés por las intrigas palaciegas y acabar como «ese hombre que no es de ayer ni de mañana, sino de nunca, de la cepa hispana; no es el fruto maduro ni el podrido: es una fruta vana ». Un intento de Rasputín en la Villa y Corte al que le han cortado las alas.
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