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Alfonso XIII: el Rey que quiso evitar la guerra

Rey de España desde que nació hasta la proclamación de la II República

Alfonso XIII, pintado por Sorolla, en 1907 ABC
Almudena Martínez-Fornés

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El 17 de mayo de 1886 España asistía al hecho insólito del nacimiento de un Rey. Cinco meses antes había fallecido Alfonso XII y cuando su hija mayor estaba a punto de ser proclamada Reina, María Cristina anunció que estaba embarazada. El Gobierno de ... Cánovas del Castillo decidió esperar por si nacía un varón, que tendría preferencia sobre su hermana. Nacido Rey, Alfonso XIII empezó a ejercer el poder real a los dieciséis años, tras la regencia de su madre. Y pocos días antes de asumir las funciones de Jefe del Estado, escribió en su «Diario Íntimo» una inquietante premonición: «Yo puedo ser un Rey que se llene de gloria regenerando la Patria... pero también puedo ser un Rey que no gobierne, que sea gobernado por sus ministros y, por fin, puesto en la frontera». «De mí depende –añadía– si ha de quedar en España la Monarquía Borbónica o la República». También hablaba del «país quebrantado» en el que iba a reinar, intuyendo las dificultades que le tocó afrontar, como la crisis del bipartidismo, la profunda agitación social, alimentada por el anarquismo; los asesinatos de Canalejas y Dato , la efervescencia separatista, la inestabilidad política –43 presidentes en 46 años-, la Semana Trágica de Barcelona o el desastre militar de Annual . Todo ello desembocó en la crisis del sistema de la Restauración, lo que provocó que la burguesía asustada por la violencia revolucionaria se echara en manos del general Primo de Rivera, siguiendo la tendencia de una Europa dominada, en gran parte, por los totalitarismos nazis, fascistas y comunistas.

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