UPN acepta ya en público la utilidad de pactar con los socialistas navarros

La anexión de Navarra al País Vasco es una vieja reivindicación de la izquierda abertzale. UPN entendió que esas pretensiones estaban mucho más cerca cuando el PSN pactó ‘in extremis’ con Bildu para conseguir el Gobierno autonómico. Esta decisión supuso un punto y aparte en la relación entre las dos formaciones, pero todo apunta a que las posturas comienzan a acercarse, cuando apenas falta un año para las elecciones autonómicas y municipales.

De hecho, Esparza se ha mostrado en público partidario de limar asperezas y, en su intervención, sorprendía asegurando que su partido «hará lo necesario» para evitar que se «salgan con la suya». Cree, además, que es una «cuestión de Estado» porque, de consolidarse el independentismo también en Navarra, «España tendrá otro frente abierto con más inestabilidad si cabe».

Las intenciones de Esparza ya se evidenciaron cuando la dirección de UPN pactó con Pedro Sánchez salvar la reforma laboral tras un acuerdo cuyo contenido sigue siendo secreto. Aquel pacto, sin embargo, se frustró por la negativa de los diputados nacionales de UPN a votar a favor de la reforma , lo que ha desatado una crisis interna en la formación navarra.

Esparza volvió a defender el acuerdo al que había llegado con Sánchez: «No se puede votar un tema tan importante para muchos trabajadores y empresarios con las vísceras». Sus palabras tienen mucho de mensaje de reproche para Sergio Sayas y Carlos García Adanero, los dos diputados que se saltaron la disciplina de voto en el Congreso. El partido aún no ha decidido qué sanción les impondrá . El Comité de Garantías proponía suspenderles de militancia durante dos años y medio , pero han aplazado la decisión para estudiar las alegaciones de los dos diputados.

«El ADN de UPN es la lealtad, cumplir con la palabra dada», advertía Esparza. Además, durante toda su intervención mantuvo un tono mucho más conciliador que el que acostumbraba su partido desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. «Es muy importante tener interlocución, tener capacidad de diálogo entre formaciones políticas diferentes», asegura.

Las palabras del dirigente navarro se producen en un momento crucial para la plataforma Navarra Suma. La coalición se creó en 2019 para unir los votos de UPN a los del PP y Ciudadanos, pero, con un tablero político totalmente alterado, está por ver si se da continuidad a esa marca para futuras citas electorales. Ocurra lo que ocurra con la coalición, Esparza se siente respaldado por la militancia de su partido. El 91% del Consejo Político celebrado en enero respaldó su candidatura a la presidencia de Navarra para los comicios de 2023.

Esparza insistió en que explorar negociaciones con el PSOE no significa que se haya vuelto «sanchista» . Pero es evidente el acercamiento. De hecho, Esparza se apresuró a pedir disculpas públicas tras la votación de la reforma laboral y UPN llegó a temer, incluso, por la continuidad del gobierno municipal en el Ayuntamiento de Pamplona. Precisamente Enrique Maya, el actual primer edil de la capital navarra y el cargo de UPN con mayor poder institucional, podría ser el más beneficiado de estos acuerdos. Maya consiguió la alcaldía gracias a la abstención de los socialistas navarros del PSN.