Se abre el juicio al diálogo con ETA

Todos ellos tienen que responder ante la Justicia por haber desobedecido la sentencia del Tribunal Supremo de ilegalización de Batasuna, delito tipificado en el artículo 556 del Código Penal, en el marco del fracasado «proceso de paz» en el que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero se embarcó de la mano del PNV.

Encuentros públicos

El lendakari Ibarretxe se reunió en Ajuria Enea con Otegi, Barrena y Petrikorena el 19 de abril de 2006 y el 22 de enero de 2007, y Patxi López y Rodolfo Ares celebraron un encuentro con la formación proetarra el 6 de julio de 2006 en un hotel de San Sebastián. Ambas citas se produjeron a pesar de que existía una sentencia del Tribunal Supremo que había ordenado el cese de la actividad política de Batasuna y en un momento de confluencia de intereses de socialistas y peneuvistas.

La reunión de los socialistas con los dirigentes de Batasuna se celebró a instancias de ETA, que amenazaba en aquel momento al Gobierno con romper el proceso de diálogo, y el segundo encuentro de Ibarretxe con Otegi se produjo cuatro días después de que el lendakari se reuniera con el presidente Zapatero en la Moncloa, con la intención de reconducir el diálogo entre el Gobierno y ETA, a pesar de que la banda terrorista rompió unos días antes, el 30 de diciembre de 2006, su última tregua con el atentado de la T-4 en Barajas.

Tres semanas en el banquillo

El PNV quiere presentar el juicio, que está previsto que se prolongue durante tres semanas, hasta quince días antes del arranque de la campaña electoral, en un proceso político, del que sacar rédito electoral a base de presentar a su candidato a lendakari como víctima, disfrazando la desobediencia a sentencias judiciales como un inofensivo diálogo.

Con ese objetivo, el PNV estará dentro y fuera de la sala en la que se juzgará al lendakari, demostrando que nada ha cambiado desde que Xabier Arzalluz entonara el «eusko gudariak» a las puertas del Palacio de Justicia de Bilbao, cuando se inició el proceso judicial contra el que fuera presidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa.

Josu Jon Imaz continuó esa tradición, aunque no podía disimular su falta de entusiasmo, encabezando una manifestación de apoyo al lendakari cuando fue llamado a declarar ante el TSJPV por las querellas interpuestas por el Foro Ermua y la asociación Dignidad y Justicia, únicas acusaciones en este juicio, en el que el Ministerio Fiscal pedirá la libre absolución para todos los imputados.

Testificarán como testigos en el juicio (seguramente por escrito) el presidente Rodríguez Zapatero; el ex presidente Aznar; el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y quien fuera su antecesor, ahora europarlamentario, Jaime Mayor Oreja. Además, han sido citados a declarar los dirigentes de PNV, EA y EB en 2006, Josu Jon Imaz, Begoña Errazti y Javier Madrazo, y el ex director general de la Unesco Federico Mayor Oreja, entre unos cuarenta testigos.

El Tribunal, presidido por Manuel Díaz de Rábago, ha aceptado la práctica totalidad de las pruebas y testigos que han solicitado las partes, excepto la petición de la documentación que pudiera tener el Centro de Diálogo Henri Durant para el Diálogo Humanitario sobre la negociación Gobierno-ETA.