Santiago Abascal pide resistir frente a un Pedro Sánchez al que ya llama «dictador»

Vox ha anunciado la comparecencia a mediodía para las tres de la tarde, pese a que este jueves en Madrid es festivo. El hecho de que Abascal haya respondido a los medios por tercera vez en cuatro días es síntoma de la trascendencia que le otorga la formación a la situación que atraviesa España, con el PSOE aceptando una ley de amnistía que antes de las elecciones generales, hace cuatro meses, veía «claramente inconstitucional». «Si de verdad nos creemos que el Gobierno está pisoteando la Constitución y aboliendo el Estado de derecho, tendremos que asumir las consecuencias de que estamos sufriendo a un tirano», ha dicho.

Momentos antes de su llegada a la sala de prensa de Bambú, la tensión y el nerviosismo eran evidentes entre los trabajadores de la sede. Los minutos previos a la rueda de prensa, había trascendido que Alejo Vidal-Quadras, exlíder del PP catalán y fundador de Vox, había recibido un disparo en la cara en plena calle. Su vida no corre peligro y se desconoce el móvil del intento de asesinato –él cree que puede estar relacionado con sus vínculos con la oposición iraní–, pero ahí todavía reinaba la incertidumbre.

Abascal ha iniciado su intervención trasladando su «conmoción» por el ataque a Vidal-Quadras y su cariño y apoyo a sus familiares. «Queremos que la Policía atrape cuanto antes a esos asesinos y que nadie los amnistíe nunca», ha afirmado, transitando de los hechos a la negociación para la investidura de Sánchez, al que ha reprochado, de paso, que lleve ya cuatro años gobernando de la mano –en alusión a EH Bildu– de quienes «no han condenado nunca este tipo de actos».

Ya entrando en faena, Abascal ha incrementado los descalificativos contra el Ejecutivo en funciones. Si la legislatura pasada se refería al Gobierno como «ilegítimo» por las mentiras de Sánchez en campaña electoral, ahora ya lo tacha de «ilegal» por poner sobre la mesa una ley de amnistía «que es completamente inconstitucional». «La Constitución prohíbe los indultos generales, que son menos graves que la amnistía», ha aseverado, antes de añadir: «El autócrata ya no se conforma y quiere ser un dictador. O el dictador en el banquillo, o los que nos oponemos a este golpe en la cárcel», ha dibujado, a modo de disyuntiva.

El diccionario de la Real Academia Española define el golpe de Estado así: «Actuación violenta y rápida, generalmente por fuerzas militares o rebeldes, por la que un grupo determinado se apodera o intenta apoderarse de los resortes del gobierno de un Estado, desplazando a las autoridades existentes». Abascal insiste en que el PSOE y sus socios están perpetrando «un golpe de Estado».

Ante esa tesitura, el líder de Vox reivindica que no es el momento de los partidos políticos, de las siglas, sino de «aparcar las diferencias partidistas» y «defender la convivencia y la nación». A diferencia del PP, Abascal ha secundado desde el principio las protestas ante Ferraz –esta tarde ha vuelto a ir– y el resto de sedes socialistas, pero desmarcándose de los actos violentos protagonizados por grupos ultra de extrema derecha. De hecho, desde esos grupúsculos se lanzaron mensajes contra el Rey el pasado martes y Abascal ha brindado este jueves su apoyo a Don Felipe.

«Los que somos conscientes de que estamos ante un golpe de Estado debemos ser muy responsables a la hora de señalar», ha advertido, tras ser preguntado sobre si Felipe VI debería pronunciarse como hizo en su discurso del 3 de octubre del 2017, dos días después del referéndum ilegal. La responsabilidad reside ahora en Sánchez, ha dicho, y ha recordado su amenaza de querellarse contra él por cohecho si se tramita la ley de amnistía. Vox ha pedido este jueves oficialmente al PP que promuevan manifestaciones institucionales convocadas desde las autonomías y los ayuntamientos «donde no hay una mayoría golpista».