Según ha podido confirmar ABC, Ábalos habría presentado en la mañana de este lunes su dimisión como presidente de la Comisión de Interior, que tendría que haber dirigido este miércoles una sesión sobre «corrupción» e «impunidad».
Fuentes de la cúpula de Ferraz confirmaban esta renuncia sin que les constara por el momento que hubiera hecho lo propio con el acta de diputado. Un extremo que ha provocado suspicacias al prejuzgar que Ábalos podría tratar de continuar como diputado raso.
Es el primer movimiento del exministro tras el ultimátum dado por el PSOE para que se aparte en el Congreso, aunque el menos importante. De hecho, fuentes socialistas ya habían anunciado esta mañana que, de no dimitir de ese cargo, llevarían a cabo el relevo de igual manera, pues en ese asunto de la comisión sí que tienen ellos la potestad de designar al presidente.
Este fin de semana, el propio Ábalos explicaba que no veía motivos para dimitir de ninguna de sus funciones, pues su figura no se veía comprometida por el caso Koldo, destapado por una denuncia del PP de Madrid. Algo que no compartían varios de sus compañeros en el partido. Empezando por el propio Pedro Sánchez, que señalaba que «el que la hace la paga» durante una intervención el pasado sábado, y también la vicepresidenta María Jesús Montero, que dejaba entrever que ella sí que dimitiría. «Yo sé lo que haría», expuso. Dos voces importantes en el PSOE a las que se unieron otras como la de Margarita Robles, ministra de Defensa.
Queda en el aire ahora la posible salida de Ábalos del Congreso. Cuestión que él considera personal, a pesar de que el partido ya le ha exigido que deje su acta como diputado. Lugar que ocuparía Ana María González Herdaro, política valenciana y alcaldesa de Llaurí (Valencia), quien en abril de 2021 fue condenada por conducir ebria.
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