ABC ha hablado con Javier Guerrero para poder destapar todos los entresijos del caso ERE.
–Si Susana Díaz fue la mano derecha de Griñán, ¿conocía el sistema de ayudas?
–No es que lo crea porque fuera su mano derecha, sino por los cargos ... orgánicos que ha tenido. Sobre todo, estando con José Antonio Viera de secretaria de organización del PSOE.
–A pesar del seísmo que provocó la decisión del Tribunal Supremo, las dimisiones de Chaves y Griñán han sido como un cortafuegos para Susana Díaz. ¿La actual presidenta de la Junta estaba al margen de todo?
–Lo dudo con la responsabilidad que tenía, la partida 31L estaba dedicada a las políticas sociales y las tenía que conocer. Ella prescinde de todos los consejeros relacionados con la tramitación de los ERE. Creo que este caso ha servido como un ajuste de cuentas del propio PSOE, para limpiar y crear equipos. ¡Por Dios, cómo no lo va a saber!
–Antes de llegar a Presidencia, apuntan que Díaz ayudó a Griñán a que no quedara nadie de confianza de Manuel Chaves en el PSOE andaluz…
–Comparto esa idea y me tendrán que demostrar lo contrario. En la guerra se pierden y ganan batallas, pero la guerra siempre está abierta.
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