El arrepentido Soares Gamboa declara contra Santi Potros: «Todo lo ordenaba él»

El atentado contra el entonces fiscal general finalmente no pudo llevarse a cabo porque, pese a que el propio Soares Gamboa y Antonio Troitiño había dejado el vehículo preparado para atentar con tres roquetas, la encargada de accionar el mando, Idoia López Riaño, se quedó dormida ese día en el domicilio que compartía con el también miembro del «comando» Ignacio de Juana Chaos.

Soares Gamboa ha asegurado que no recuerda si la orden de atentar contra Burón Barba la dio Santi Potros verbalmente o por escrito, pero no tiene ninguna duda de que fue iniciativa suya. «Algunas veces veníamos de Francia a Madrid con el atentado ya ordenado y otras los preparábamos nosotros y luego antes de cometerlo se consultaba con la dirección», ha señalado el arrepentido, pero «todo lo ordenaba él».

No ha mostrado la misma colaboración con la Justicia la etarra Inés del Río , quien también fue miembro de ese «comando» y ha declarado como testigo en la que ha sido su primera comparecencia judicial desde que obtuvo la libertad cuando Estrasburgo tumbó la doctrina Parot. Sin cruzar en ningún momento su mirada con Santi Potros en la sala de vistas, Del Río ha asegurado que no le consta que el exfiscal general fuera objetivo de ETA y aunque lo hubiera sido ella no tendría por qué saberlo porque formaba parte de la infraestructura y no del comando operativo. «He buscado en mi cabeza y solo encuentro silencio», ha dicho la etarra ante el tribunal presidido por el presidente Alfonso Guevara.

Ha sido este magistrado el que ha puesto la nota más emotiva de este juicio, cuando públicamente ha agradecido a un agente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que ha declarado como testigo protegido la labor que prestó en su momento al proteger a su padre y a él mismo en los inicios de la democracia. «Jamás pensaba que treinta años después nos íbamos a ver en una sala de Audiencia», le ha dicho Guevara visiblemente emocionado.