Pedro Sánchez se fotografía con Raúl Castro tres días después de la reunión con Zapatero

La visita de Zapatero y Moratinos a Cuba provocó las críticas del Ejecutivo español, que la tildó de un «acto de deslealtad» y «un ejemplo de inoportunidad», en palabras de José Manuel García-Margallo. Estos, ni siquiera informaron previamente al Gobierno de su intención de viajar a la isla, por lo que el Gobierno se enteró cuando la Embajada en La Habana tuvo conocimiento de su desplazamiento. Es decir, cuando se solicitó a la misión diplomática el correspondiente permiso de armas para sus escoltas. Sin embargo, quien sí sabía de la reunión era Sánchez, que tampoco informó al Ejecutivo.

Para el ministro de Exteriores, lo inoportuno de la reunión con Castro se debió a que se produce en un momento en que la UE mantiene abierta una negociación con la isla para explorar la posibilidad de concluir un acuerdo de diálogo político y cooperación con la isla.

Además de Castro, Sánchez aparece sonriente con otros líderes de la izquierda sudamericana como Rafael Correa, presidente de Ecuador, y Michelle Bachelet, de Chile.