La guerra de Monedero contra Montoro

La rueda de prensa fue un festín de quejas y lamentaciones de Monedero, que prefirió abonarse al «y tú más» que habitualmente reprochan a «la casta», y no dejó títere con cabeza. Sirva de ejemplo el modo en que se deshizo de quienes lo acusaban de haber cobrado una cantidad desorbitada por un trabajo de asesoría —425.000 euros—. Tras decir que «el precio lo pagan quienes contratan» no dudó en añadir: «A mí me parece un disparate pagarle 600.000 euros a Aznar por tres libros o lo que cobró Ana Botella por su discurso del 'relaxing cup of café con leche'».

Fue entonces cuando decidió dirigir sus dardos a Montoro y a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a quienes acusó de no haber estado «a la altura de este país».

Monedero aseguró que a su casa llamaron dos agentes de Aduanas para hacerle una notificación de Hacienda que «el señor Montoro se dió el lujo de mandar», en lugar de dos miembros de la Agencia Tributaria al uso. «Me gustaría que Montoro actuara de oficio contra toda la gente de la lista Falciani; le pido que lo hago con garantías y no cometa con nadie las tropelías que ha cometido conmigo», señaló.

Asimismo, ha defendido que la declaración complementaria por la que pagó el pasado 29 de enero 200.000 euros por el IRPF —después de haber tributado en un primer momento por el impuesto de sociedades—, no fue para subsanar ninguna irregularidad, sino las interpretaciones «interesadas» tras verse señalado por Montoro y Saénz de Santamaría «desde la rueda de prensa del Consejo de Ministros».

Monedero incluso acusó a Montoro de una posible «vulneración de la ley de protección de datos» y de perpetrar una «caza de brujas» contra él. Por elló, aseguró que ha pedido a la Fiscalía y a la Agencia de Protección de Datos que investiguen un posible delito de revelación de secretos del que en última instancia sería responsable el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.