¿Qué hay detrás de la renuncia de Barcina?

Pero como casi siempre, detrás de una decisión no hay un único motivo. Posiblemente haya una suma de motivos que han llevado a Yolanda Barcina a contradecirse respecto al anuncio de que volvería a presentarse que pronunció en la apertura del curso político el 29 de agosto.

Por un lado está el aspecto personal, desde luego. Todo apunta a que la presidenta mantiene una relación desde hace alrededor de un año y, además, quiere dedicar más tiempo a su hijo, que tiene 14 años.

Aunque más allá su aspecto más personal, una decisión como la que se anunció ayer tiene un enorme impacto en la sociedad navarra. Muestra de ello es que hoy en Pamplona no se habla de otra cosa. Han sido 19 años viendo diariamente a Yolanda Barcina en los medios de comunicación.

Por un lado está la «quemazón» personal. Especialmente en la última legislatura Yolanda Barcina se ha visto envuelta en distintos escándalos como el cobro de dietas de Caja Navarra o las acusaciones tráfico de influencias contra la consejera de Economía y Hacienda que la oposición se encargó de que la responsabilidad recayera sobre Barcina. Al final, los tribunales desestimaron cualquier sospecha de corrupción, pero el hecho de estar siendo acusada todos los días, quema bastante.

La retirada de Yolanda Barcina sin duda allana el camino a un posible entendimiento con los socialistas. Esta era una petición que en las últimas semanas tomó fuerza con la aparición de un sector crítico encabezado por el expresidente Sanz que pedía a alguien que facilitase el entendimiento con el PSN. La presidenta desmentía esta posibilidad al asegurar que «no tomo esta decisión porque me pida nadie que dé un paso atrás. Al contrario, lo que hago es seguir comprometida con el partido».

También ha podido influir la propia presión de votantes regionalistas. No eran pocos los que reconocían que romperían la tradición del voto regionalista por la presencia de Barcina después de los escándalos de Caja Navarra. La propia presidenta insinuó algo en esta línea al asegurar que «va a ser un momento importante para renovar el cabeza de lista y puede transmitir una ilusión especial a todos los que confían en UPN».

Parte de esta desilusión tal vez la haya podido percibir si ha conocido los primeros resultados del Navarrómetro, una encuesta sobre intención de voto que hará público el Parlamento de Navarra en los próximos días. Hay quien apunta que la decisión se haya podido ver influenciada si el Navarrómetro percibe un descalabro de los regionalistas.

En cualquier caso, estas motivaciones más políticas pueden no servir de nada si tras las elecciones de mayo la suma de regionalistas y socialistas no alcanzan la mayoría absoluta de 26 parlamentarios. Algo que a día de hoy se antoja complicado.