La hoja de ruta secesionista

El programa de «candidatura de país» que plantea la ANC contempla un gobierno de «perfil técnico» para la gestión del día a día del proceso de transición nacional. Este ejecutivo asumiría la gestión de los servicios básicos durante el denominado «período transitorio», es decir, el comprendido entre la negociación de la secesión y su culminación.

La implicación de la sociedad civil en el proceso separatista se traduce en la selección de consejeros de un nuevo gobierno de concentración «sin cartera» , pues, de producirse finalmente esa candidatura de país, esta debería incluir a personalidades con liderazgo social, académico, sindical y empresarial. Un perfil más técnico que político es la apuesta de la ANC.

La Asamblea plantea que, en un plazo no superior a los tres meses desde la constitución del nuevo Parlamento catalán, se apruebe una Declaración de Soberanía. Probablemente tendrá un contenido más radical y decididamente secesionista que la aprobada en enero de 2013 en la Cámara autonómica y que fue suspendida por el Tribunal Constitucional.

A partir de ese momento, el nuevo ejecutivo catalán notificaría al Estado, a la UE y a las cancillerías mundiales la voluntad de constituir un nuevo estado. Comienza así una negociación de secesión, así como de los efectos internacionales que esta tendría. No obstante, la ANC entiende que, con o sin aval exterior, el proceso continuaría.

Artur Mas ha intentado ya crear las estructuras de estado que necesitaría un futuro país catalán segregado de España. Los avances más significativos se han producido en el ámbito de la Hacienda catalana, donde se ha creado el embrión de la independencia fiscal. La Asamblea quiere completar ese proceso tras las elecciones plebiscitarias.

El programa de la Asamblea incluye la preparación del borrador de Constitución catalana . Es muy posible que esté basada en los trabajos del magistrado Santiago Vidal, defensor de la independencia. Su aportación a lo que sería la Carta Magna catalana fue analizada por el Consejo General del Poder Judicial, que finalmente no fue sancionado.

Una vez superada la fase de negociación con el Gobierno y con las instituciones internacionales, tenga resultados positivos o no, la ANC prevé la proclamación de la independencia en un plazo de entre seis y 18 meses . En este sentido, la Asamblea entiende que los partidos políticos tienen miedo de culminar ese proceso y por eso quiere liderarlo.