El ex guardia civil de los Pujol también sacaba dinero de Andorra para los Puig

Así lo ha confirmado a ABC el empresario argentino Alfredo Seffeld , que se asoció a Jordi Puig para construir un parque temático infantil en un resort hotelero de Punta Cana , en la República Dominicana. Jordi Puig entró en el negocio en 2010 como socio capitalista y se comprometió a una cuantiosa inversión.

La primera aportación era de dos millones y medio de dólares , unos dos millones de euros. El hermano del poderoso político catalán se mostró preocupado por acreditar el origen de los fondos ante las autoridades de la República Dominicana . Si en el país caribeño no le ponían objeciones, el negocio estaba hecho, ya que hacer llegar el dinero con una compleja estructura mercantil no era inconveniente. Le preguntaron si tenía problemas para sacar el dinero, pero Puig alardeó de que eso era fácil: «Me dijo que tenía un guardia de la Aduana de Andorra para sacar el dinero», sostiene Seffeld en conversación telefónica con ABC.

El empresario argentino describió los hechos en una querella por estafa que interpuso a Jordi Puig, después de que éste no cumpliera sus compromisos. El hermano de Felip Puig fue imputado y deberá comparecer en los juzgados de Punta Cana el próximo noviembre, según confirma el abogado de Seffeld. Hubo dos requerimientos previos, a los que acudió en su representación un abogado dominicano.

Los fondos de Andorra iban a llegar a la República Dominicana haciendo escala en una empresa panameña. Para «triangular los fondos», según describe Seffeld, además del citado guardia civil (retirado del cuerpo hace varios años), entraban en escena dos personas más: un empresario español y un gestor de fondos andorrano .

Según el relato de la querella, en la operación apareció como «socio» el andorrano Israel Guifre , al que Alfredo Seffeld identifica como «un testaferro». Guifre, especialista en banca de inversión, trabaja para entidades andorranas. La otra persona que figura en la querella es Miguel Ángel Parejo . Éste fue directivo del Grupo Copisa, cuyos abundantes negocios con Jordi Pujol Ferrusola están siendo investigados por la Udef, y de la constructora Ferrovial, de la que fue director territorial para Cataluña y Baleares entre 2004 y 2007.

Precisamente, otros dos directivos de Ferrovial fueron imputados en el caso Palau por las comisiones millonarias que el grupo constructor y de servicios pagó a Convergencia Democrática de Cataluña a cambio de las obras de la línea nueve del metro de Barcelona y de la Ciudad de la Justicia . En esta maraña de intereses políticos y empresariales cabe recordar que Jordi Puig fue a su vez socio de Jordi Pujol Ferrusola, el primogénito del presidente catalán (ver información adjunta).

El argentino Alfredo Seffeld recurrió a Parejo en busca de inversores para su proyecto en la República Dominicana y éste le trajo a Jordi Puig. Seffeld y el hermano de Felip Puig se reunieron con los responsables de la cadena hotelera en la que iban a construir un parque temático infantil y llegaron a un acuerdo. Puig envió la documentación, en la que figura el socio andorrano, el citado Israel Guifre, y también el nombre de la empresa que iba a utilizar. Tiempo después saltarían las alarmas, ya que Seffeld descubrió que «la empresa era ficticia». Los dos millones y medio de dólares se demoraban y, tras un cruce de correos electrónicos, Jordi Puig desapareció. Su entonces socio, ahora arruinado, vio como una garantía que Jordi Puig fuera hermano de un influyente político, pero ahora reconoce su error: «Mueve plata que no es de él, le miras las manos y ves que no ha trabajado en su vida», dice airado.

Seffeld, que había conseguido un contrato de explotación del parque temático por varios años, reclama a Puig siete millones de euros y pide prisón para el hermano del político catalán . «En el peor de los escenarios, tendríamos una facturación anual de 1,2 millones de dólares al año, de los que quedaban 800.000 en beneficios», sostiene Seffeld. Además de este perjuicio, el empresario argentino dice haber perdido medio millón de euros en los gastos del proyecto que asumió, «entre ingenieros, proyectos, abogados y contratos». Asegura que tenía el compromiso por escrito de Jordi Puig, pero éste no aportó los fondos. El proyecto incluía una segunda fase, la construcción de otro parque temático infantil para una segunda cadena hotelera.

Fuentes próximas al hermano del consejero de Empresa de la Generalitat aseguran a ABC que éste se interesó en el negocio, pero no se comprometió, «no firmó nada». Al margen de la disputa mercantil entre ambas partes, las mismas fuentes no entran a valorar la utilización del exguardia civil o el presunto testaferro andorrano, ya que Jordi Puig «no era el propietario del dinero», sino que «se limitaba a buscar inversores, pero no los encontró y por eso declinó el proyecto».

Mientras, desde la acusación sostienen que en la citación de noviembre en los juzgados de La Altagracia -la provincia a la que pertenece Punta Cana-solicitarán medidas cautelares contra Jordi Puig.

Por otro lado, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) va a estudiar la próxima semana «personarse en el caso Pujol tras conocerse la presunta implicación de un exguardia civil como testaferro del expresidente». Tres fuentes no relacionadas entre ellas han confirmado a ABC las actividades del exagente, que responde al nombre de «Pepe» y que estuvo destinado en Andorra. Maneja una sociedad andorrana con matriz en Israel, a través de la que habría ocultado parte de la fortuna de los Pujol. Un testigo ya ha facilitado esta información a la Policía, en el marco de la investigación a Jordi Pujol Ferrusola.

Desde la asociación profesional mayoritaria de Guardia Civil consideran «deplorable» y «especialmente preocupante» que «se vean presuntamente implicadas en casos de corrupción personas que hayan formado parte de los cuerpos de seguridad del Estado, y en especial, en este caso, un exguardia civil».