Ni Alaya, ni Castro ni Ruz: el «juez estrella» del CGPJ se llama Vicente Ríos

Casi 500 tomos (165.595 folios), once piezas separadas (otros 17.873 folios), siete comisiones rogatorios y 125 declaraciones de imputados y testigos dan idea de la magnitud de este sumario que el magistrado acaba de concluir con 24 imputados por delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación administrativa, falsedad en documento oficial y mercantil, cohecho y blanqueo de capitales. Se les acusa de haberse llevado en cinco años (de 2005 a 2010) fondos públicos asignados a la Entidad Metropolitana de Aguas Residuales, SA (Emarsa), ya disuelta y que gestionaba la depuradora de Valencia y de su área metropolitana.

Los que conocen a Vicente Ríos saben que, aunque agradecido por este reconocimiento, no es ni mucho menos lo que buscaba. Juez absolutamente vocacional y titular del juzgado de instrucción número 15 de Valencia desde la década de los ochenta, podía haber optado hace tiempo a una plaza en la Audiencia Provincial, pero su pasión es instruir, investigar, y no el enjuiciamiento de los casos. Su juzgado está al día y, pese a su ritmo de trabajo (se ha empleado en Emarsa hasta los fines de semana), sus funcionarios son absolutamente fieles. Inteligente, ordenado, meticuloso, inflexible con los tiempos de la Justicia y sin ataduras políticas, Ríos se ha convertido de la noche a la mañana en protagonista de la noticia. El lunes, entre sus legajos, volverá a pasar, como él quiere, al anonimato.