Las «cuentas pendientes» de Pedro Sánchez con Cataluña

Ambigüedad ante el secesionismo

El federalismo como única vía, la compleja relación con el PSC y varios bandazos respecto al «derecho a decidir» en su campaña para las primarias socialistas han marcado los primeros pasos de Pedro Sánchez como líder del PSOE respecto a la cuestión catalana.

Este miércoles, Sánchez se verá por primera vez las caras con el líder del Ejecutivo catalán, Artur Mas. El secretario general del PSOE llegará al Palacio de la Generalitat con una propuesta central bajo el brazo: «Renovar entre todos el pacto constitucional que España y Cataluña merecen», según sus propias palabras.

Pedro Sánchez se reunirá con Artur Mas, después del encuentro que mantuvo el pasado 28 de julio con Mariano Rajoy. El líder del Gobierno y el de la oposición charlaron solo dos días antes de que Rajoy se reuniera con Mas con el objetivo de dar una respuesta común y consensuada al problema del secesionismo catalán.

Tan solo mes y medio después de ser elegido formalmente como secretario general del PSOE y a unos días de la Diada catalana, Pedro Sánchez aún tiene que decidir algunas líneas maestras sobre el desafío soberanista. Estos son algunos de los «temas pendientes» que Sánchez tendrá que terminar de perfilar respecto a Cataluña.

La ambigüedad respecto al «derecho a decidir»

Ya fuera por su falta de experiencia en la primera línea política o por no tener un plan político bien definido, Pedro Sánchez ha dado varios giros bruscos con respecto a Cataluña. Especialmente, en su carrera por alcanzar la secretaría general del PSOE.

En pleno batalla socialista, el entonces candidato quiso complacer a los militantes socialistas en Barcelona y prometió un «trato fiscal especial» para Cataluña y su reconocimiento como nación. Ante la polémica surgida tanto dentro de sus filas como fuera, el futuro secretario general tuvo que matizar sus palabras unos días después: «Somos socialistas, no nacionalistas», afirmó el madrileño una vez tuvo las primarias en su mano.

Tras proponer un ambiguo federalismo asimétrico que ni él mismo supo concretar, Pedro Sánchez quiso ser más tajante con el «derecho a decidir» que rechazó abiertamente.

Discrepancias con el PSC

Desde que se recrudeció el conflicto secesionista, el PSOE ha mantenido una fuerte tensión con su aliado catalán, el PSC cuando ambos partidos estaban en un proceso de desmembración interna. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el líder del PSOE corren el riesgo de repetir los mismos errores que sus antecesores, Pere Navarro y Alfredo Pérez Rubalcaba, que sumieron a sus partidos en una crisis interna.

Su escaso tiempo de gestión (Miquel Iceta fue ratificado también en un congreso extraordinario del PSC en julio) no les ha salvado de sufrir los primeros desacuerdos. Ambos se reunirán en la sede del PSC para fijar posiciones unas horas antes de que Sánchez se vea con Mas en la Generalitat.

Aunque Miquel Iceta ha rechazado realizar una consulta a espaldas de la Constitución, sí se ha declarado partidario de preguntar a los catalanes sobre la independencia. El secretario del PSC propone celebrar una consulta legal y acordada con el Gobierno central.

También se ha mostrado muy laxo con los planes secesionistas de Mas. Una ambigüedad que perjudica a Pedro Sánchez, que ha querido parecer más tajante en los últimos días con un rechazo frontal a la consulta. Para el secretario general del PSOE, el referéndum es ilegal y no puede celebrarse.

La modificación de la Constitución

Es la única propuesta firme y clara que Pedro Sánchez le presentará a Artur Mas. Los socialistas apuestan por modificar la Carta Magna para introducir el federalismo como solución a las ansias secesionistas del Gobierno catalán.

«Cataluña y la crisis territorial lo ha convertido en urgente, pero existía desde hace tiempo la necesidad de renovar nuestra arquitectura: reordenar las competencias a nivel autonómico, local y estatal, y plantear un modelo de convivencia territorial adaptado a la sociedad del siglo XXI», afirmó Pedro Sánchez en una de sus intervenciones.

Los guiños a los catalanes en su ejecutiva

«Desterrada» tras el enfrentamiento con Alfredo Pérez Rubalcaba por la secretaria general del PSOE en 2012, Pedro Sánchez le ha devuelto su silla en Ferraz a Carme Chacón. El nuevo líder del PSOE le otorgó la secretaria de Relaciones Internacionales el pasado julio. A cambio, la exministra ha hecho varios guiños «españolistas» como anunciar que acudirá al acto de Sociedad Civil en la Diada.

Consciente del importante poder del PSC dentro del PSOE, Pedro Sánchez ha integrado a varios socialistas catalanes en su Ejecutiva federal. El ex primer secretario del PSC Pere Navarro o la diputada en el Congreso Meritxell Batet se suman a esta lista junto a la exministra.

El PSC no participará en las querellas contra Pujol

Después de que el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol confesara que tuvo dinero en el extranjero sin regularizar durante 30 años, muchos de los políticos que le habían alabado en muchas ocasiones quisieron desmarcarse pronto de él, incluido su propio pupilo Artur Mas.

Mientras Pedro Sánchez pedía la comparecencia de Jordi Pujol en el Parlamento para «dar cuentas y explicar el origen de los fondos que han sido descubiertos en distintos paraísos fiscales y asumir sus responsabilidades», su socio Iceta anunciaba que el PSC no participará en ninguna querella contra Pujol.

«El PSC no formará parte, mientras yo pueda evitarlo, de ningún procedimiento judicial contra otro partido» se excusó el líder catalán.