Seis criminales que sembraron el pánico entre la población
Asesinos en serie y violadores que han tenido en los últimos años en jaque a la Policía
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123456Arlindo Carvalho, uno de los mayores depredadores sexuales
El «violador de Pirámides» compareciendo ante el juez - archivo Arlindo Carvalho Cordero es considerado uno de los mayores depredadores sexuales de la Historia de España. Conocido como el «violador de Pirámides», Carvalho tomaba contacto con sus víctimas en lugares como paradas de Metro y después las agredía en un parque cercano.
Arlindo estaba casado y era instalador de gas. Tras su detención confesó a la Policía, en enero de 1996, que había agredido sexualmente a más de un centenar de mujeres en Madrid durante la última década.
El «violador de Pirámides» fue condenado por la Audiencia de Madrid a 514 años de cárcel por 26 delitos de detención ilegal con agresión sexual, cometidos entre los años 1988 y 1996, dos más en grado de tentativa, siete asaltos sexuales y 27 atracos.
El «asesino de la baraja», un exmilitar

Alfredo Galán, durante su juicio en la Audiencia Provincial - José María Barroso El exmilitar Alfredo Galán Sotillos fue apodado como el «asesino de la baraja» después de que en varias ocasiones depositara un 'naipe' junto al cuerpo de sus víctimas.
Galán Sotillos actuó en Madrid entre enero y marzo de 2003, meses en los que provocó un gran temor entre la población. Utilizaba como arma una pistola Tokarev que trajo a España tras su paso como militar en Bosnia.
Tras entregarse a la Policía en julio del mismo año y no mostrar ningún signo de arrepentimiento por sus actos, Galán Sotillos fue condenado a 142 años y tres meses de prisión por seis asesinatos y tres tentativas.
El «ángel de la muerte» de Olot acabó con la vida de once ancianos

Joan Vila, el celador de Olot, fue condenado a 127 años de prisión - efe Joan Vila, celador del geriátrico de La Caritat de Olot (Girona), acabó con la vida de un total de once ancianos entre 2009 y 2010. El celador acabó con la vida de ocho de sus víctimas suministrándoles un cóctel de barbitúricos o inyecciones de insulina, mientras que a las otras tres les hizo ingerir productos cáusticos.
«Yo les quería, les ayudaba a morir. Les daba un buen cielo», afirmó Vila refiriéndose a sus víctimas. La Audiencia de Girona finalmente le condenó a un total de 127 años y medio de cárcel por sus crímenes, además de confirmar que Vila no contaba con ninguna alteración psíquica cuando efectuó sus crímenes.
El «violador del ascensor» quedó en libertad el año pasado

Puesta en libertad del «violador del acensor» - efe Pedro Luis Gallego, más conocido como el «violador del ascensor», fue condenado a cumplir 273 años de condena por el asesinato de la joven burgalesa Marta Obregón en 1993 y de la muerte de Leticia Lebrato, de 17 años, en 1992, además de 18 agresiones sexuales y violaciones.
Gallego utilizaba su trabajo como mecánico de ascensores para acceder a los portales de sus víctimas y llevar a cabo sus agresiones. Ingresó en prisión en 1979, pero la derogación de la doctrina Parot provocó su puesta en libertad a finales del año pasado.
El «Monstruo de Machala» también asesinó en España

Fotografía de archivo de Gilberto Antonio Chamba, conocido como «El monstruo de Machala» - efe Gilberto Antonio Chamba se ganó el sobrenombre del «Monstruo de Machala» después de que perpetrara la violación y el asesinato de un total de ocho mujeres en dicha localidad ecuatoriana.
A pesar de ser condenado a dieciséis años de cárcel en Ecuador, Chamba logró salir de la cárcel gracias a una reduccción de la pena. Un mes después de salir en libertad, viajó hasta España, donde estranguló y violó a una estudiante leridana de 21 años en noviembre de 2004.
Finalmente la Audiencia de Lérida condenó a 45 años de cárcel al «monstruo de Machala» por el asesinato de la joven y por la tentativa del mismo delito hacia una prostituta.
Andrés Mayo, el «violador del chándal» que fue reincidente

Imagen de la detención de Andrés Mayo, el «violador del chándal» en 1991 - archivo Andrés Mayo, conocido como el «violador del chándal» fue condenado en 1991 a 106 años de cárcel por realizar once agresiones sexuales; cuatro violaciones y siete tentativas en León y Asturias.
En 2002 salió de la cárcel y se instaló en La Coruña, donde trabajó en el ámbito de la construcción. En 2009 la Audiencia Provincial de La Coruña condenó de nuevo a Mayo a penas que sumaban más de 73 años por ser el autor de cuatro violaciones, dos agresiones sexuales consumadas y dos en grado de tentativa que se produjeron en 2006 y 2007.




