La adjudicación de las obras del nuevo hospital de Baleares, también bajo sospecha

Hasta el momento, la Fiscalía ha hablado ya con diversos ex altos cargos del PP, entre ellos la consejera de Salud en aquella legislatura, Aina Castillo, quien habría dicho al Ministerio Público que Matas le dio instrucciones para que la Mesa de Contratación otorgase la máxima puntuación a un licitador concreto. El próximo mes de septiembre, Anticorrupción tiene previsto solicitar nuevas declaraciones en relación a este asunto . Con posterioridad, decidirá si archiva las citadas diligencias informativas o si denuncia los hechos ante el juez.

El proyecto de construcción del nuevo hospital de referencia de Baleares fue polémico incluso desde antes de su inicio. La mayoría de partidos que en la legislatura 2003-2007 se encontraban en la oposición, en concreto el PSOE, el PSM e Izquierda Unida-Los Verdes, estaban en desacuerdo con la ubicación elegida por el PP para el futuro equipamiento sanitario, el solar de Son Espases, al entender que la construcción de un nuevo hospital en esa zona de la capital balear afectaría al patrimonio histórico situado en las inmediaciones, sobre todo al monasterio medieval de es Secar de la Real. Los vecinos de dicha barriada también se movilizaron en diversas ocasiones contra este proyecto, pero finalmente las obras del nuevo hospital empezaron a principios de 2007.

Tras las elecciones autonómicas de mayo de 2007, el socialista Francesc Antich pasó a presidir la Comunidad gracias al acuerdo tripartito suscrito por el PSOE, la coalición econacionalista BLOC y Unió Mallorquina (UM). El 3 de agosto de aquel año, Antich anunció la paralización provisional de las obras del futuro hospital durante dos meses, para ver si sería posible encontrar otra ubicación. Finalmente, el 5 de octubre confirmó que el proyecto de Son Espases seguiría adelante. «El corazón me duele», afirmó Antich aquel día tras dar a conocer su decisión, que calificó como «la más difícil» que había tenido que tomar como máximo responsable de la Comunidad, que ya había presidido entre 1999 y 2003. «Nosotros no habríamos elegido esta ubicación», añadió, y afirmó que su decisión había sido tomada pensando en «el bienestar de la ciudadanía».

Antich destacó entonces que otras posibles opciones se habían descartado debido a su elevado coste y también al retraso que supondría elegir unos nuevos terrenos. Asimismo, confirmó que el proyecto del nuevo hospital sería modificado con algunas mejoras, como así fue, para intentar evitar que pudiera haber «especulación» urbanística en las proximidades de Son Espases y también para «preservar al máximo el patrimonio» del entorno. El consejero de Salud en la legislatura 2007-2011 fue el socialista Vicenç Thomàs. Las obras concluyeron en octubre de 2010, con un coste de unos 320 millones de euros.