El doble fondo de los coches, el peligroso «pasaporte» de algunos inmigrantes en Melilla

Este es el último caso de una práctica que las mafias utilizan desde hace muchos años para introducir personas de manera irregular en España. Entre los amasijos de hierro del vehículo encontraron esta semana a un adolescente de 14 años procedente de Guinea Conakry. Con sus gritos intentaba llamar la atención para que le rescataran del «escondrijo» en el que le habían metido los miembros de una red de trata de personas para transportarlo hasta España.

El menor había pasado varios meses a la espera en el monte Gurugú (Marruecos) antes entrar en Melilla, según fuentes policiales relataron a Europa Press. Una vez cruzó el control de Farhana en el doble fondo del vehículo, el conductor abandonó el coche y se dió a la fuga. El joven se encuentra en buen estado de salud en un Centro de Acogida de Menores.

En el doble fondo de un vehículo, entre los hierros de una atracción de feria o escondidos en cualquier compartimento lo suficientemente amplio. Esta técnica para pasar personas a través de la frontera es muy utilizada por algunas mafias, que pretenden burlar así los controles policiales.

El pasado abril, la Guardia Civil detuvo a un individuo por intentar pasar a Melilla a dos niños pequeños escondidos bajo el asiento del vehículo en el que pretendía entrar a la ciudad autónoma desde Marruecos. Se había modificado el depósito de combustible, que había sido cortado y soldado.

En febrero se había repetido el caso. Bajo los asientos delanteros, unos agentes de la Guardia Civil de Melilla encontraron a dos subsaharianos en este pequeño hueco sin ventilación.

Desorientación, molestias musculares o dolor en las extremidades y articulaciones son algunas de los perjuicios para la salud que puede ocasionar esta técnica, que en los peores casos puede tener un desenlace mortal.