El mediador de ETA no tiene quien le reciba

El exjefe de gabinete del premier británico Tony Blair, Jonathan Powell, pasará hoy por el País Vasco sin el despliegue de alfombra roja al que le acostumbraron los partidos vascos en su ceremonia de Ayete, de 2011, que ETA aprovechó para anunciar el «cese definitivo» de su acción terrorista. A punto de cumplirse tres años de aquello, Powell, quien mantiene una interlocución con la organización criminal , va a ser recibido con indisimulada frialdad por el Gobierno del PNV. El lendakari, que en primavera se volcó con los «verificadores» acudiendo en su apoyo a las puertas de la Audiencia Nacional - el juez les llamó a declarar por entrevistar con pistoleros de la banda y simular un amago de desarme grabado en video- no recibirá esta vez a los «mediadores».

El Ejecutivo nacionalista está cansado de esperar gestos por parte de la banda y de su círculo político para avanzar en el llamado «proceso de paz» y ha optado por marcar distancias con el séquito de «expertos internacionales», que aguardan también un movimiento de ETA que avale su labor. «Sería bueno –dijo ayer el portavoz vasco, Josu Erkoreka- (que su presencia en España) incluyera algo más que la mera constatación de que, desde la última visita que llevó a cabo el señor Jonathan Powell, no ha sucedido nada relevante en Euskadi».

Powell, que acude con su compañero de tareas Martin McGuinness, se entrevistará con Sortu y sus socios de coalición, los más interesados en esta larga operación de propaganda en torno al ocaso etarra. También se verá con un representante del Ejecutivo vasco, con el PNV y con el PSE en sendas reuniones bilaterales «discretas», según confirmaron fuentes de ambos partidos. Con todo, lo cierto es que nadie espera nada de una visita que PP y UPyD han vuelto a rechazar. Lo mismo que el Gobierno de Mariano Rajoy, que resta cualquier credibilidad a este tipo de maniobras que solo entienden como balón de oxígeno y publicidad para ETA en su muy dilatado proceso de descomposición.