Las siete amenazas que vienen de África, según el ministro de Defensa

El terrorismo yihadista que sueña con emular a los Almorávides

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, compareció el pasado miércoles en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados para informar sobre la política de Defensa con respecto al sur del mediterráneo, el Sahel, la República Centroafricana y las operaciones de mantenimiento de la paz que se desarrollan en África.

Detallamos a continuación la importancia que desde el punto de vista de la seguridad y la defensa adquiere el continente africano, según puntualizó el ministro, para los intereses de España. Obviamente, el primero hace expresa mención a las actividades yihadistas que se desarrollan en la franja del Sahel por «la agresiva expansión de las visiones salafistas y la incipiente takfirista del Islam provocada por grupos como Al Qaida y movimientos como Ansar Dine, que ha deteriorado la convivencia y azuzado las tensiones religiosas».

En este sentido, Morenés identificó también grupos terroristas como Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI), el Movimiento para la Unicidad y la yihad en África Occidental (Mujao), aliado con el grupo de Mojtar Belmojtar. «Para que no nos llevemos a equívocos en cuanto a qué tipo de amenaza representan para nosotros, esta nueva joint venture del terrorismo internacional ha decidido autobautizarse como Al-Murabitin (los Almorávides) y aunque se despliegan principalmente en el norte de Malí, en Níger y en el sur de Libia, su intención es traspasar esas fronteras a la menor oportunidad».

Conflictos armados: cada vez más interreligiosos

«Resulta preocupante observar la aparición de una nueva línea de fractura en el origen de los conflictos que abarca la franja del Sahel y amenaza con todo el continente africano». En ese sentido, el ministro de Defensa mencionó como en el siglo XX los conflictos africanos tenían como base «las consecuencias de una descolonización deficiente y apresurada» y que enfrentó a tribus y etnias ante la realización de unas fronteras ficticias por el poder político o los recursos naturales.

Morenés diferenció así los conflictos del siglo XXI: «Han derivado en muchos casos a un enfrentamiento interreligioso, en particular en aquellos territorios donde conviven musulmanes y cristianos».

Conflictos «más intransigentes, crueles y violentos» son los que pueden desestabilizar el continente africano. « Malí, Libia, Nigeria o Somalia lamentablemente son la punta de un iceberg que también aflora en República Centroafricana y Sudán del Sur».

A nadie se le escapa que la última misión donde han desplegado tropas españolas, Eurfor RCA en República Centroafricana, tiene cierto componente religioso (aunque no es esencial) con dos comunidades -selekas y antibalakas- diferenciadas en cristianas y musulmanes.Aunque debemos puntualizar que la causa y origen de los enfrentamientos sobrepasa a esa simple lectura. República Centroafricana podría emular en ciertos aspectos al genocidio de Ruanda.

Tráfico de droga: lo último, metanfetaminas desde Nigeria

La zona del golfo de Guinea, con el estado de Guinea-Bissau como plataforma principal, es zona de expansión de los cárteles de la droga colombianos. Algunas islas de Guinea-Bissau, estado fallido por excelencia, hasta reciben el apodo de «Little Colombia». Se trata de una ruta alternativa de la droga hacia Europa: desde iberoamerica, al golfo de Guinea, de ahí subida hacia el Sahel, puertos de Libia y Adriático.

Por ello, el ministro de Defensa recordó ante la Comisión de Defensa la importancia que tiene para España esta zona: «África Occidental y la zona del Sahel se han convertido, desde principios de los 90, en territorio de paso para el tráfico de drogas (13% del mercado mundial) especialmente heroína y cocaína proveniente de América Central».

Además de Guinea-Bissau, puertos de países como Guinea Conakry, Liberia, Costa de Marfil, Ghana o Nigeria son receptores de esa droga. Además hay que sumar la habitual ruta del hachís proveniente de Marruecos.

«Se estima que un tercio de la cocaína que entra en nuestro continente procede de allí. Solo en 2012 se incautaron 18 toneladas. con un valor en mercado superior a los 1.000 millones de euros».

¿Una novedad reciente? «Recientemente se ha incrementado la producción y tráfico de metanfetaminas en la zona (Nigeria), pudiendo convertirse en el principal negocio criminal en el futuro».

Por este motivo, el ministro anunció «acciones concretas» en los países del Golfo de Guinea, con el objetivo de adiestrar a las marinas y ejércitos de los países de la zona. Todo ello contando con la colaboración de Portugal y bajo el marco de la OTAN o UE.

Tráfico de armas: pendientes del inmenso arsenal libio

Uno de los negocios más lucrativos del mundo es el tráfico de armas. África siempre fue su «vertedero». Los restos de armamento de otros conflictos acababan siempre en las guerras africanas.

Un ejemplo reciente, y amenazador para la seguridad, es el caso de la guerra de Libia: «Entre 10 y 20 mil armas ligeras procedentes de Libia han sido distribuidas en el mercado negro, incluyendo además lanzagranadas y misiles terrestres de fabricación soviética

El negocio del tráfico de armas está siendo liderado, sobre todo, por las tribus nómadas del Sahel que ejercen de intermediarios para abastecer a grupos terroristas como Boko Haram y Ansaru -en Nigeria y Camerún- o partes en conflicto en República Centroafricana, Sudán del Sur o el Sinaí.

La piratería creciente en el golfo de Guinea

Ante los parlamentarios de la Comisión de Defensa, el ministro fue claro sobre algunos intereses que España tiene en la región: «Más del 60% de nuestras importaciones de gas proceden del continente africano, siendo Argelia (51%) y Nigeria (10,5%) dos de nuestros principales suministradores. Del golfo de Guinea viene también un porcentaje importante del petróleo que consumimos».

Precisamente, la actividad pirata en dicho golfo de Guinea es otra de las amenazas que preocupan en el Ministerio de Defensa, que se une a la conocida ya desde hace cinco años en aguas del Índico, una piratería esta última de origen somalí.

«La piratería en el golfo de Guinea está alcanzando un evidente pico de intensidad», manifestó Pedro Morenés. «Así, según la Organización Marítima Internacional, el número de incidentes de piratería en el Golfo de Guinea ha superado en número e intensidad los del golfo de Adén».

Esta piratería de la cara occidental de África se diferencia de la somalí en que no buscan un rescate sino el robo del petróleo transportado para luego venderlo en el mercado negro. «Los piratas son especialmente activos en Nigeria, dada la concentración de tráfico comercial y de pozos, y se caracterizan por una forma de actuación violenta, con toma de rehenes incluida y fundamentalmente roban crudo practicando la técnica de "bunkering"».

Hay que recordar el precedente del secuestro del buque «Mattheos I» -con cinco marineros españoles a bordo- de donde los piratas robaron 7.500 toneladas de crudo en septiembre de 2011.

Las rutas de la inmigración ilegal y la «bomba» demográfica

El sexto riesgo señalado por Morenés es el de la inmigración ilegal, «que es también un drama humano con pocos visos de mejoría». El ministro esbozó un mapa africano con «un aumento del 300% de la población subsahariana en los próximos 40 años, por lo que pasaría de 600 a 1.800 millones de personas».

Una proyección que tendría un impacto considerable en Marruecos, Argelia y Túnez -primer destino de las mafias de la inmigración ilegal- para luego dar el salto a Europa, «especialmente España y el resto de países mediterráneos», puntualizó.

Defensa diseña un plan de cooperación militar con países del área del Sahel para estabilizar las fronteras (vastas y porosas). La estrategia «Espacio Anticipado de Defensa» prevé formación y asesoramiento militar a cinco países claves del Sahel.

Morenés mencionó «la magnífica cooperación entre las autoridades españolas y marroquíes», un hecho que no es óbice para que «los asaltos a la valla fronteriza persistan».

«La mayoría de estos países tienen una alta tasa de crecimiento de población, lo que unido a las escasas oportunidades de desarrollo provoca un alto índice de inmigración», explicó el titular de Defensa al explicar los principales problemas de la región.

La pobreza extrema como eje desestabilizador

Entre los problemas de África, el ministro reconoció -claro está- la pobreza extrema que afrontan estos países, muchos de los cuales «cuentan con abundantes recursos naturales que serían, en caso de ser bien gestionados, un pilar sólido para el crecimiento sostenible de su economía».

Para atajar la pobreza en su fase inicial de grandes catástrofes humanitarias o crisis por habmre, España firmó el martes pasado un convenio con la ONU que convierte al puerto de las Palmas en la sexta plataforma mundial del Programa Mundial de Alimentos para actuar en menos de 48 horas ante crisis en África occidental, Sahel y los campos de refugiados saharauis.

Conclusión: «Implicación en el ámbito de la seguridad»

El ministro Morenés, junto al presidente del Gobierno, defenderá en la próxima cumbre de la OTAN en Gales (4 y 5 de septiembre) la necesidad de que la Alianza Atlántica siga prestando atención a este flanco sur a pesar de la crisis abierta en el este por Ucrania.

A modo de conclusión, el titular de Defensa esgrimió: «Para España, cuya vecindad con África le hace dependiente de su desarrollo, es fundamental mantener una implicación en la zona en todos los niveles: político, institucional, en materia de inversión comercial y, sin duda alguna, en el ámbito de la seguridad, para ser capaz de prever, analizar, prevenir y contener los riesgos antes de que éstos se conviertan en amenazas»