A Esperanza Aguirre le gusta Pedro Sánchez...como hombre

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha señalado, tras la celebración del comité de dirección del partido regional, que en la crisis del PSOE, no ve «diferencias» entre los candidatos a dirigir el partido -Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias-, ... a lo que ha añadido, entre risas, que uno es «guapísimo». Noticias relacionadas El PSOE organiza un sucedáneo de debate Sánchez propone a Madina que el debate entre los aspirantes sea «de guante blanco» Sánchez y Madina, dos semanas para convertir sus avales en votos Pedro Sánchez «el guapo» y la influencia del físico en la política Sánchez critica a Madina: «No se puede dejar caer que hay unos avales libres y otros cautivos» «No tengo nada en contra de las primarias pero tienen que ser el momento de exponer diferencias porque se trata de elegir a uno en función de lo que piensa y de lo que lo diferencia», ha apuntado.Pedro «el guapo» ladillo Pedro Sánchez es madrileño, del barrio de Tetuán y tiene 42 años. Hasta hace poco era el «candidato desconocido» del PSOE, pero ahora mismo se alza por encima de sus contrincantes con 41.338 avales.La prensa le ha bautizado como «Pedro el guapo», un apodo que se ganó en el Ayuntamiento de Madrid, donde estuvo seis años como concejal llevando las áreas de Urbanismo y Economía.Al giro a la izquierda de sus propuestas le acompaña un físico que ha sido protagonista de bromas y comentarios, pero ¿su aspecto puede influir en su carrera política?«El físico i nfluye, pero no es determinante . Hay muchos estudios que demuestran que hay una cierta tendencia, pero solo relativa, a que los más altos ganen los debates o los más guapos se impongan a los más feos», comenta el experto en comunicación política Luis Arroyo. Por ese motivo, en el cara a cara electoral de 1993 entre Felipe González y Jose María Aznar una de las cuestiones más negociadas fue decidir si los candidatos debatían sentados o de pie, dejando ver u ocultando su diferencia de altura. La importancia del físico también recae en el hecho de que dirigentes como Aznar o Rajoy decidan teñirse las canas del pelo.