Rosa Díez defiende que las sicav no son fraudulentas, sino algunos de sus usos

En rueda de prensa en el Congreso, ha asegurado que en España las sicav «tienen muy mala prensa» no por lo que son «sino por lo que esconden», pero que aunque cotizan como sociedades al 1%, cuando cada uno de sus socios retira los fondos sí se tributa al tipo establecido. Por tanto, cuando de verdad se hace ese uso, «no hay ningún tipo de fraude».

Eso sí, la líder de UPyD ha admitido que se puede debatir si la cotización es correcta o no y, de hecho, UPyD ha pedido que sea superior. El problema, ha añadido, es cuando esa figura se utiliza fraudulentmente para gestionar patrimonios personales o familiares.

Díez ha explicado que ella no ha recibido ningún extracto de su fondo de pensiones desde 2007, cuando dejó de ser eurodiputada, y que puso «poco» dinero en el fondo mientras ocupó escaño en el Parlamento Europeo.

Por su parte, el presidente del Congreso, Jesús Posada, no ve «nada ilegal» en el fondo de pensiones que el Parlamento Europeo contrató para sus diputados y que gestiona una sicav con sede en Luxemburgo, pero en todo caso, tras la polémica creada y la dimisión del cabeza de lista de IU, Willy Meyer , cree que todos los políticos deben «tomar nota».

En declaraciones en el Congreso, Posada ha señalado que la existencia de este fondo de pensiones para los eurodiputados «era un tema conocido» y que ya se conocerán más detalles de su gestión, pero en todo caso no le parece que haya «nada ilegal».

Ahora bien, entiende que Willy Meyer haya decidido dimitir si considera que, aun siendo un mecanismo legal, le parece contrario su concepción moral e ideológica. Preguntado si los demás eurodiputados también deberían reflexionar al respecto, ha contestado: «En política todo el mundo toma nota de todo lo que ocurre».

Ignasi Guardans, eurodiputado de CiU entre 2004 y 2009, considera que quienes suscribieron el fondo de pensiones de la Eurocámara aquellos años podían no saber «en el momento de firmar» que lo gestionaba una sicav, pero que más adelante, «con toda la documentación que recibían», sí tenían que saberlo.

«Cualquier persona que lea, que tenga un mínimo de responsabilidad, sabía que ese fondo estaba gestionado por una sicav en Luxemburgo», ha dicho en declaraciones a la Ser recogidas por EP.

Además, ha señalado que quienes suscribieron el fondo formaban una «especie de asociación» en la que «votaban a los gestores del fondo» y recibían información sobre él.

Guardans ha destacado que el fondo era voluntario y que él no lo suscribió porque le pareció «peculiar» y que sería «meterse en un jardín» que le iba a costar explicar. Eso sí, ha dejado claro que el sistema no es ilegal, pero sí «feo».