El descarte de Díaz desata un carrusel de aspirantes al liderazgo

La sorpresa saltaba a media tarde de ayer al sumarse a la lista la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez , quien, según diversas fuentes, está recibiendo «presiones» de secretarios provinciales y diputados para que se lance en busca de los 10.000 avales necesarios. También va a dar el paso el sociólogo y ex responsable de Redes en el PSM, Alberto Sotillos , un habitual de las tertulias políticas en televisión; y se lo está pensando el exministro y hoy eurodiputado Juan Fernando López Aguilar, el cual llevaba un tiempo retirado de las «quinielas».

De momento, hoy Pedro Sánchez va a presentar su candidatura oficialmente ; primero en rueda de prensa y, por la tarde a los militantes en Alcorcón (Madrid). Por su parte, Eduardo Madina se reserva para mañana.

Pese a tanta efervescencia, en los «aparatos» regionales preocupa que la falta de «números uno» desinfle el experimento de votación de los 200.000 militantes. «El éxito de la consulta del 13 de julio no es haberla convocado, sino ver al final cuántos participan», reflexionaba ayer un dirigente del PSOE andaluz, temeroso de que, descartados los grandes nombres, buena parte de los afiliados acabe absteniéndose. Sobre todo porque ese día es domingo, verano y a las 21.00 (hora española) el país se parará para ver la final del Mundial de Fútbol de Brasil . «No te digo nada si España juega», ironiza esta fuente consultada por ABC.

Su opinión es compartida por otros dirigentes regionales, alguno de los cuales ve en la abortada «recuperación» de Patxi López como candidato durante las últimas 48 horas — él lo desmintió ayer tajantemente —, una maniobra a la desesperada de algún barón que no se resigna a una competición «descafeinada».

La clave estará en ver si, a partir de mañana, cuando empieza el plazo de dos semanas de recogida de avales, los secretarios generales dan orden de moverse a sus «aparatos». «Porque no es lo mismo pedirlos para Susana, Patxi o Chacón, que hacerlo para Madina o Pedro Sánchez», avisa la fuente andaluza; y su experiencia le indica que volverá a demostrarse que el censo está muy inflado respecto al número real de militantes.

Porque, cuando los ocho secretarios provinciales del PSOE-A decidieron, hace un año, realizar una exhibición de poderío para que Susana Díaz no tuviera rival en la lucha por la Secretaría General andaluza, se encontraron con sorpresas. En Málaga, pese a que había 5.600 censados, «puerta a puerta» sólo se lograron 3.800 firmas a favor de la hoy presidenta de Andalucía. Y en las otras siete provincias ocurrió otro tanto. Resultado: 22.880 avales para Díaz; 4.500 para Luis Planas y 6.400 para el alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez.

El «aparato» logró su objetivo político, pues ni Planas ni Rodríguez alcanzaron los avales necesarios y Susana Díaz fue ganadora sin votación en urna. Pero eso eclipsó un hecho que ahora cobra importancia: 11.953 socialistas andaluces (un 26% del total) no participaron siquiera dando su aval, sencillamente porque años atrás dejaron el PSOE, murieron, cambiaron de domicilio o emigraron.

En la votación del 13 de julio esa afiliación «fantasma» va a multiplicar el peligro de fracasar en las expectativas de participación, ya que habrá votación segura. Aunque solo uno de los candidatos logre los 10.000 avales necesarios, habrá urnas. Y, como dice un secretario general, el actual PSOE, salvo en Andalucía, Extremadura o Asturias, donde gobierna, carece del «músculo» de hace unas décadas. «En las Casas del Pueblo y las agrupaciones no hay vida orgánica».