Patxi López y el «golpe» contra Zapatero de 2011
El secretario general del PSE saliente llegó al cargo con el expresidente, pero luego terminaron mal
Patxi López y el «golpe» contra Zapatero de 2011
Cuando, en mayo de 2011, José Luis Rodríguez Zapatero decidió impulsar un proceso de primarias para resolver su sucesión tras la fuerte pérdida de poder autonómico y municipal que acababa de sufrir el PSOE en las elecciones de ese año, Patxi López lo cortocircuitó.
El ... hoy dimitido a plazos líder del PSE sorprendió a Ferraz pidiendo un congreso extraordinario. Atrás quedaban los años en que Zapatero, tras la espantada de Nicolás Redondo, encargaba a Ramon Jáuregui una gestora para organizar el congreso extraordinario del PSE a mayor gloria del que luego sería lendakari.
La idea de congreso extraordinario del PSOE hecha por López había sido previamente aprobada por unanimidad la Ejecutiva del PSE y pilló a Zapatero con el paso cambiado; tanto que, según se supo días después, en el área de gobierno del Congreso hizo un aparte con su «número dos», el entonces vicesecretario general, José Blanco, y le preguntó: «Pepe, ¿qué es esto?».
Blanco no sabía que decirle. Los teléfonos echaban humo en las horas posteriores para saber de que iba un movimiento que, con el tiempo, sería calificado por el «zapaterismo» como «un golpe de estado» contra el secretario general, «una traición».
Aquel fue un movimiento perfectamente medido para favorecer las aspiraciones de Alfredo Pérez Rubalcaba, que no quería, ni por asomo, medirse en unas primarias con la ministra de Defensa, Carme Chacón . «Tenemos tiempo más que suficiente» para ese congreso extraordinario, dijo López en rueda de prensa en Bilbao, recalcando que no quería «decisiones adoptadas en caliente», como la de resolver el liderazgo del PSOE en unas primarias tras un batacazo electoral. «La respuesta a lo que sucedió el domingo no pueden ser solo y exclusivamente unas primarias sin proyecto», diría.
De la mano con Rubalcaba
López y Rubalcaba, hoy de salida ambos, comparten una misma visión del PSOE y temían que, en primarias, se impusiera una Chacón apoyada por Zapatero y por un entorno mediático mas favorable.
A Zapatero no le quedo mas remedio que dar marcha atrás ante la amenaza, que hubiera sido apoyada entonces por otros barones. Cedió y convocó un Comité Federal que entronizó a Rubalcaba después de que Chacón compareciese llorosa en Ferraz a denunciar que se veía obligada a renunciar a la carrera porque se estaba poniendo incluso la estabilidad del Gobierno y la del secretario general.
El zapaterismo nunca perdonó a Patxi Lopez aquella jugada y, cuando se ha suscitado meses atrás la posibilidad de que optará a suceder a Rubalcaba, muchos «zapateristas» señalaban en voz baja que «el PSOE nunca perdona actos como aquel».
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