La Generalitat culpa a los escoltas del PP del ataque a Montoro

En declaraciones a los periodistas, el consejero aseguró que el dispositivo policial desplegado estuvo «bien dimensionado» y negó que hubiera «negligencia» o «pasividad» por parte de los Mossos. Sólo admitió «disfunciones» por las acciones «unilaterales» de los escoltas de la Policía Nacional.

Explicó que se destinaron unos cuarenta agentes para cubrir el mitin celebrado en un centro social, a cuya entrada acudieron unos sesenta manifestantes de varios colectivos: anarquistas, independentistas, grupos en favor de liberación de presos etarras y miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). El Consejero detalló que había 12 agentes del Área de Recursos Operativos (ARRO), encargados del orden público, en dos furgones y otros agentes de las Policías autonómica y local.

Cuando se detectaron los primeros incidentes, como que algunos manifestantes cortaran una de las calles de acceso al recinto con maceteros, la Policía autonómica requirió que se desplazara al lugar otro furgón con seis agentes más. Según Espadaler, cuando acabó el mitin los Mossos pidieron a los escoltas de la Policía Nacional que Montoro y Camacho, que iban en el mismo coche, esperaran a salir del recinto hasta que llegaran estos refuerzos policiales, que ya habían entrado en el término de Vilanova. Sin embargo, según Espadaler, los escoltas no esperaron. El coche del ministro embocó la calle por donde entró al recinto y tras ver que no podía pasar por los manifestantes parapetados tras un cordón policial decidió tomar una de adyacente. Pero ésta estaba cortada por maceteros que colocaron los manifestantes, lo que provocó que los asaltantes tuvieran tiempo de tirar piedras y botellas y dar patadas al vehículo antes de que éste pudiera escapar. No sin la ayuda de algunos escoltas del servicio de seguridad del PP, que se bajaron del coche para abrir paso.

Espadaler condenó el ataque y recordó que ya se detuvo a uno de los autores, se identificó a otros cinco y podría haber más arrestos. Con todo, pidió «que no se haga una lectura política» del incidente. Que no sirva para atacar al proceso soberanista en marcha en Cataluña o a los Mossos.

No lo ven así desde las filas del PP, que consideran que el dispositivo policial previsto era insuficiente -más teniendo en cuenta que horas antes se jaleaba la protesta desde Twitter- y presentarán hoy una denuncia.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que ayer acudió a Lérida a un mitin, recordó que ya ha habido otras agresiones al PP parecidas durante la campaña electoral, y vinculó el suceso de Vilanova «a la situación política impulsada en Cataluña», en alusión al proceso independentista, que «fomenta crispación y división». Mientras, desde Córdoba, el propio afectado, el ministro Montoro, aseguró que el ataque que sufrió «no se corresponde con lo que es Cataluña».

Todos los partidos condenaron ayer estos incidentes, aunque algunos con matices. Así, desde ERC, su candidato a las europeas, Josep Maria Terricabras, lo calificó de «hecho aislado». Desde ICV, su portavoz, Dolors Camats lo condenó, pero apostilló que los desahucios, la pobreza energética o los recortes económicos también «generan violencia».