Marlaska considera necesario el aforamiento de la Reina y los Príncipes
El magistrado remite al Tribunal Supremo la cuestión de si hay competencia para juzgar a los narcotraficantes extranjeros detenidos en aguas internacionales
El presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, ha subrayado este jueves que será el Tribunal Supremo quien «diga la última palabra» sobre si los tribunales españoles tienen competencia para juzgar a los narcotraficantes extranjeros detenidos en ... aguas internacionales, en el caso de que el Ministerio Fiscal recurra la excarcelación de 13 de ellos que se encontraban en prisión a la espera de juicio.
En una entrevista en RNE, Grande-Marlaska ha explicado que la cuestión no es si los detenidos pueden quedar en libertad , sino si, tras las reciente reforma de la justicia universal, los tribunales españoles son competentes para juzgar a detenidos en aguas internacionales si no se dirigen a España, no son españoles y su barco no tiene pabellón español.
«Ha habido un voto particular que ha entendido que sí había competencia en esta materia y, para el caso de recurriera el Ministerio Fiscal, que el Tribunal Supremo dirá la última palabra», ha explicado.
«El número de aforados es excesivo»
Por otro lado, el magistrado y vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) considera necesaria una «reflexión» sobre el aforamiento, porque cree que el número de aforados, jueces incluidos, es «excesivo». En todo caso, cree la reflexión hay que hacerla no sobre el número, sino sobre las instituciones que deben tener «protección» frente a ataques. De hecho, cree que hay quien sí debería estar aforado y no lo está, y ha puesto como ejemplo a la Reina y los Príncipes –cuyo aforamiento está previsto en la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial – porque «forman parte de la Jefatura del Estado», aunque no la ejerzan, y tienen «facultades importantes de representación del Estado».
Reforma de la instrucción penal
En cuanto a la reforma de la instrucción penal para ponerla en manos de un «triunvirato» de jueces, cree que esta reforma se hace mirando al futuro, es decir, previendo que la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal ponga la instrucción –al menos de algunos casos– en manos del fiscal. En ese caso, el trío de jueces sería una especie de tribunal de garantías encargado de las medidas limitativas de derechos fundamentales, como los registros o las intervenciones telefónicas.
En su opinión, la reforma está pensada para este escenario, porque considera que una instrucción manos de un órgano colegiado puede ser «complejo». El magistrado ha reconocido que para los ciudadanos es difícil de entender que un juez tarde tanto en instruir una causa, pero ha explicado que algunas son muy complejas, con piezas separadas y necesidad de cooperación internacional. Y ha recalcado que los jueces, además de ejercer su responsabilidad, necesitan «más medios materiales y humanos».
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