país vasco
La «pica en Flandes» de Garitano
El diputado general de Bildu sufrió un desmayo cuando se dirigía a plantar una ikurriña en la Plaza de Guipúzcoa
La «pica en Flandes» de Garitano
Tras la sentencia del Tribunal Supremo que le obligaba a izar la bandera de España en un lugar preferente del Palacio foral, léase en un mástil de la balconada principal, el bildutarra Martín Garitano esquivó de la legalidad. Colocó la enseña nacional, junto a la ... de Guipúzcoa y la ikurriña, todas ellas de reducidas dimensiones, en el suelo de uno de los balcones, de tal forma que apenas se veía desde la calle.
Noticias relacionadas
Garitano se reservó la jugada para ayer sábado. Convocó a incondicionales de la causa bildutarra en la Plaza de Guipúzcoa, donde se ubica el Palacio foral. Allí les esperaba un mastil desnudo, a la espera de que con toda la trompetería propagandística fuera revestido con una ikurriña. La pretensión era que el palo y la tela alcanzaran dimensiones gigantescas. Pero los técnicos aconsejaron días antes a Garitano que rebajara sus pretensiones. Ello, porque izar una enseña del tamaño de la bandera de España que ondea en la Plaza de Colón, en Madrid, como ansiaba Bildu, acarreaba riesgos en un espacio, como el donostiarra, con sus limitaciones. Al final, la ikurriña que Garitano pretendía gigantesca se quedó en más que discreta. A media distancia no se observa bien, porque se camufla entre la abundante arboleda de la bella plaza. De lejos, menos, porque el espacio está acotado por cuatro edificios.
Izada por Kortabarria
En cualquier caso, el diputado general sufrió un desmayo y no asistió a su acto de desagravio de una ikurriña que no es agraviada por nadie. Una ikurriña que fue izada desde la nostalgia trasnochada. El encargado fue el excapitán de la Real Sociedad, Inashio Kortabarría, aquel que junto al excapitán de la selección nacional José Ángel Iribar, sacó en los años de la transición la enseña vasca, aún ilegal, al campo de Atocha aprovechando uno de los derbys vascos. Pero el interés mediático lo acaparó el desfallecimiento de Garitano, y su acto quedó en un lugar muy secundario.
Cuando se reponga, Garitano podrá ver, eso sí, desde el balcón de la Diputación Foral su «pica en Flandes».
Ver comentarios