Castro cerrará en breve el caso Nóos tras más de tres años de instrucción

José Castro ultima estos días el auto, que es esperado con enorme interés sobre todo por conocer cómo argumenta la probable acusación contra Doña Cristina en contra del criterio no solo de la Fiscalía, sino también de la Abogacía del Estado y de los peritos de la Agencia Tributaria. Precisamente la declaración de estos expertos ante el juez parecía haber desmontado las acusaciones contra la hija menor de los Reyes y por eso será interesante analizar cómo el magistrado deshace sus argumentaciones.

En principio, parece que Castro acusará a la Infanta por cooperación necesaria en un delito fiscal cometido por su marido, Iñaki Urdangarín. Se trata de una construcción jurídica muy compleja de probar, ya que exigiría demostrar que Doña Cristina era plenamente consciente de que había tenido un comportamiento relevante en la defraudación fiscal. Asimismo, previsiblemente le imputará un delito de blanqueo.

Si se mantiene la imputación, el fiscal Pedro Horrach recurrirá ante la Audiencia de Palma, que en ese caso sí deberá entrar en el fondo del asunto. Las fuentes consultadas consideran muy improbable que los jueces de la Sección Segunda mantengan la imputación al no estar respaldada por el criterio de los peritos de la Agencia Tributaria. Pero al margen de ello, Doña Cristina en ningún caso será juzgada por este delito, ya que ni la Fiscalía ni la acusación particular, que ejerce la Abogacía del Estado, la acusarán. Cuando hay acusación particular, la popular no es suficiente para llegar a juicio. Cuestión distinta es lo referente al blanqueo, por el que sí podría ser juzgada.

La instrucción del caso Nóos ha vivido todo tipo de acontecimiento s —dos declaraciones maratonianas de Iñaki Urdangarín, difusión de correos electrónicos de contenido morboso, enfrentamientos entre el juez y el fiscal, grabaciones prohibidas en la sala de vistas...— y ha sido de gran complejidad. Pero aun así, desde hace ya tiempo hay una opinión generalizada de que se ha prolongado de forma innecesaria, tal como afirmó la Sección Segunda de la Audiencia, que advirtió a Castro de una instrucción «ya dilatada en exceso» que «sería recomendable que fuera ya concluyendo». De hecho, algunas de las últimas diligencias realizadas son consideradas como «innecesarias».