Moncloa cree que la Generalitat no se saltará la legalidad para hacer la consulta

Por boca del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, portavoz casi oficioso para el problema catalán, el Ejecutivo dejó ver su convencimiento de que el presidente de la Generalitat puede intentar vías alternativas para convocar la consulta , sí, pero chocará una y otra vez con la ley y no se atreverá a violar el marco jurídico. «Estoy absolutamente convencido de que Artur Mas, como cualquier otro presidente autonómico, no va a salirse ni un centímetro de la legalidad», aseveró Margallo en los pasillo de la Cámara Baja. El ministro del Interior, Jorge Fernández, reaccionó con la cabeza menos fría a la petición de diálogo que Mas lanzó ayer por la mañana a Rajoy desde Cataluña. «Pasó el momento de fariseísmos», advirtió al presidente de la Generalitat en declaraciones a la prensa subrayando que Mas «tiene poca autoridad moral para hablar de mano tendida».

Con todo, y después de que Rajoy no quisiera detenerse ante la prensa, el parlamentario más buscado para hacer balance del debate fue el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, que se despachó con un sonoro portazo a la propuesta de reforma constitucional lanzada por el líder del PSOE , Alfredo Pérez Rubalcaba, para encauzar el conflicto.

A juicio del líder catalán, iniciar una reforma de la Constitución supone abrir un «melón» que es mejor no tocar porque podría llegar a ser perjudicial para la propia Cataluña. Su solución pasa por modificar el texto fundamental pero con un pequeño retoque, esto es, introduciendo una disposición adicional sobre esta comunidad autónoma que reconozca la nación catalana tal y como reivindica la Generalitat y le otorgue un estatus especial. Duran, no obstante, también tuvo advertencias para el Gobierno al que volvió a pedir que retome el diálogo con la Generalitat que, según dijo, no existe desde diciembre y envió el mismo recado a los socialistas. «Si se cierran todas las puertas, alguien querrá salir por la ventana con una declaración unilateral de independencia», subrayó augurando que las agencias de calificación que tanto preocupan al Ejecutivo de Rajoy «castigarán» a España por su falta de respuesta ante el problema territorial catalán.

Desde la sede del PP, su secretaria general, María Dolores Cospedal, reprochó a Artur Mas que pida «día y hora» al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para una cita cuando ayer no acudió al debate del Congreso. A su juicio, el presidente catalán «ha entendido al revés» el mensaje que le enviaron en las Cortes Generales «las principales fuerzas políticas del país».

En el PSOE también había ayer satisfacción por la «clarificación de posiciones» que ha supuesto el debate y por el papel «central» que, a su juicio, jugó Alfredo Pérez Rubalcaba en el mismo con su propuesta de reforma constitucional para convertir España en un Estado Federal . Los socialistas están convencidos de que esa es la única salida al conflicto catalán -con votación de la reforma por parte de todos los españoles- y de que el PP y Mariano Rajoy terminarán accediendo.

Además, el PSOE se frota las manos porque cree que el coordinador general de IU, Cayo Lara, cometió dos «errores» que tendrán precio electoral: votar a favor de ceder el referéndum al Parlamento catalán y no ser él quien subiera a la tribuna sino el diputado de IC Joan Coscubiela.