Magdalena Álvarez se agarra a la vicepresidencia del Banco Europeo de Inversiones

De nada sirven las reiteradas peticiones del sindicato Manos Limpias, que ayer solicitó por tercera vez al Gobierno el cese de la exministra de José Luis Rodríguez Zapatero . El sindicato estima que el cese de Álvarez es necesario para «salvaguardar la imagen de España en organismos internacionales».

Manos Limpias también se dirigió al Comité de Dirección del Banco Europeo de Direcciones. Entiende que Magdalena Álvarez, a la que la juez Alaya considera por su etapa como consejera de la Junta de Andalucía como una de las artífices de un sistema ilegal de ayudas que perduró más de una década, no es la «imagen adecuada» para «representar a España en el BEI» y que «vulnera el código ético del BEI».

Magdalena Álvarez, a través de un comunicado, reiteró ayer su «absoluta inocencia» con respecto a los delitos que le imputan y anunció que recurrirá la fianza de casi 30 millones de euros, que «queda totalmente fuera de lugar». Álvarez recordó que su imputación no es firme y reiteró su «total colaboración con la Justicia y con la investigación».

Sobre su cargo en Luxemburgo, ni una palabra: allí disfruta de una baja fiscalidad idónea para una nómina de casi 23.000 euros al mes, a lo que hay que sumar las dietas por alojamiento, equivalentes al 15% de su sueldo y 991 euros al mes como gastos de representación. Si Magdalena Álvarez no hace frente a la fianza, la juez procederá al embargo de sus bienes, entre los que se encuentran cuatro pisos (Sevilla, Madrid, Estepona y Málaga), una casa en Benalmádena y siete aparcamientos.

Magdalena Álvarez mantiene que su situación procesal «no ha cambiado ni se ha aportado prueba alguna que sustente» su involucración en la trama irregular de los ERE. «Seguiré trabajando para defender mi inocencia y colaborando con la Justicia», aseguró.