La reforma de la Administración ha ahorrado ya 7.384 millones y llegará a 28.898 en 2015

Rajoy ha clausurado este mediodía en el Palacio de La Moncloa unas jornadas para explicar esa reforma de la Administración emprendida en España a los ministros responsables de la materia de Francia, Reino Unido, Italia, Portugal y Polonia, en las que también ha participado el consejero de Presidencia, Salvador Victoria.

En su discurso, el presidente del Gobierno ha mostrado una fe absoluta en los beneficios de esa reforma, cuyo objetivo –ha subrayado— es el ahorro, pero fundamentalmente la prestación de mejores servicios a los ciudadanos. «Nos lo hemos tomado en serio, es complicado, pero también muy importante, porque es una reforma para siempre», ha subrayado Rajoy, que ha recordado que él fue titular de Administraciones Públicas, no hizo las modificaciones estructurales que ahora se están practicando «pero he vuelto para hacerlo», ha añadido.

El vuelco organizativo que está experimentando la administración permitirá alcanzar «un país como lo deseamos: vanguardista, eficiente, repleto de posibilidades y capaz de generar nuevas oportunidades, ha sido otro de los mensajes del presidente, que ha insistido en que la reforma «es imparable». Se trata, ha dicho, de «hacer más con menos y hacerlo mejor y esa debe ser una estrategia continua, no coyuntural».

A pesar de recordar que la administración ha funcionado y ha prestado buenos servicios, Mariano Rajoy ha subrayado que se hacía «inaludible acometer una reforma» poniendo dos ejemplos: que entre 2007 y 2011, mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, el gasto público se elevó «sin medida y control» del 9,2 al 45,2% y que, durante los primeros años de la crisis, el número de empleados públicos se incrementó en 280.000.

Rajoy ha reiterado que el coste de la Administración del Estado en proporción al PIB está por debajo de la media europea, pero que aún así las modificaciones practicadas y pendientes resultado de la Cora (Comisión Virtual para la reforma de las Administraciones Públicas) están permitiendo «dar pasos de gigante hacia la modernidad».

Especialmente satisfecho se ha mostrado el jefe del Ejecutivo de los avances puestos en marcha para evitar duplicidades, solapamientos, en la reducción de empresas y entidades públicas (que han generado ya un ahorro de 4.042 millones); de nuevos servicios como el de la cita previa en la DG o los servicios de Empleo (40 millones de ahorro), de la sustitución de notificaciones postales por electrónicas (469 millones de ahorro) o del sistema de contratación centralizada de combustibles, limpieza o telecomunicaciones de los ministerios, que ahorrará más de 100 millones de euros.