¿Por qué los presos de ETA no protestan por la detención de Zulueta?

A raíz de la huelga de hambre que mantuvo Iñaki de Juana Chaos con la intención de acelerar su puesta en libertad , los presos de ETA, aunque a regañadientes, ayunaron unos días. Con la excusa de la enfermedad de Jesús María Uribetxeberria Bolinaga, sus compañeros en prisión escenificaron un nuevo ayuno, si bien con fiambreras bajo el colchón y paquetes de galletas y chocolate en el fondo de la estantería. Pero lo escenificaron para exigir su puesta en libertad. Hace escasos días, los reclusos etarras de Estremera mantuvieron un chapeo para mostrar su disconformidad con la situación de aislamiento del cabecilla Garikoitz Aspiazu, «Txeroki». Pero a raíz de la detención de su abogada Arantza Zulueta, alias la «Carcelera», ningún preso ha protestado, ni se ha encerrado en su celda o ha hecho una huelga de patio. Y mucho menos ha ayunado.

La Chivata y sus ficheros

En su condición de jefa del «frente de cárceles», Arantza Zulueta no solo transmitía a los reclusos de la banda las consignas de la dirección, sino también se chivaba a los cabecillas de las conductas de los díscolos. El grupo coordinador (KT) que dirigía la siniestra letrada redactaba y archivaba fichas de todos y cada uno de los presos de ETA . La Guardia Civil se ha podido incautar, de momento, de varias de ellas. Allí se recoge todo tipo de datos del reo y su posible evolución, en el sentido de si está a las puertas de pasarse al sector disidente o se mantiene en la disciplina. Se recaban, también, informes de los familiares que les visitan con mayor frecuencia. Así las cosas, tras el arresto de Zulueta, el colectivo respira tranquilo, salvo aquellas etarras que le tengan ahora como compañera en prisión.