Los españoles dan la espalda a la vía federal que propone Rubalcaba

La respuesta más repetida por los encuestados se concentra en la defensa del Estado con Comunidades Autónomas como en la actualidad. Casi uno de cada tres españoles (el 30,5 por ciento) se queda con esta opción que rechaza todo cambio sobre el modelo territorial. Desde ese punto central pueden crearse otros dos grupos: los que quieren menos poder autonómico, y los que piden más con un Estado central minúsculo. Los primeros representan el 34,3 por ciento de los españoles, mientras que los más autonomistas se quedan en el 21,6 por ciento.

En este grupo «autonomista» pueden distinguirse a su vez los independentistas de los que prefieren una especie de «tercera vía», con una reforma del modelo territorial que incluya mayor autonomía que en la actualidad. Los que están de acuerdo con la primera opción, un Estado en el que se reconociese a las Comunidade s la posibilidad de convertirse en estados independientes, solo representan el 8,5 por ciento de la población. Esa es ahora mismo la posición de CiU y ERC en Cataluña. Los que no llegan tan lejos pero sí defienden un Estado con unas Comunidades más fuertes que en la actualidad son el 13,1 por ciento. Esta sería la opción que está defendiendo Rubalcaba, con una reforma constitucional que refuerce a las Comunidades y convierta España en un Estado federal.

Adiós a las Comunidades

Un Estado en el que las Comunidades tengan menor autonomía que en la actualidad sería del gusto del 12,2 por ciento de los españoles, mientras que otro 22,1 por ciento aceptaría ahora mismo un Estado con un único Gobierno central en el que se borraran del mapa las 17 Comunidades.

La poca aceptación que tiene en la calle la vía federal de Rubalcaba se observa entre los propios simpatizantes socialistas. La mayoría de los que votaron al PSOE no quieren oír hablar de aventuras de ningún tipo y prefieren la estabilidad política e institucional. Así, solo el 16 por ciento apoyaría un Estado con unas Comunidades más poderosas, mientras que la posibilidad independentista se queda en el 3,3 por ciento. En cambio, el 41,2 por ciento de los socialistas prefieren un Estado como el actual , e incluso un 18,5 por ciento apoyaría la supresión de las Comunidades y otro 10,2 por ciento estaría de acuerdo en quitarles poder.

En el caso de los votantes del PP, casi cuatro de cada diez (38,4 por ciento) estarían a gusto en un Estado sin autonomía, y solo el 6,1 por ciento respaldaría la vía de Rubalcaba.

Los simpatizantes de CiU se escoran claramente hacia el lado más autonomista. Así, el 54 por ciento quiere que se reconozca la posibilidad de que una Comunidad se convierta en estado independiente, aunque un 32 por ciento se conformaría con tener más autonomía. El 4 por ciento dejaría las cosas tal y como están ahora.

Sobre los sentimientos

El CIS también pregunta sobre los sentimientos territoriales y da vía libre a todo tipo de respuestas. Pero la mayoría, el 52,6 por ciento, contesta que se siente tan español como de la Comunidad Autónoma a la que pertenece. Un 17,3 por ciento solo se siente español, frente al 6,3 que únicamente se considera parte de su región. El resto tiene los sentimientos divididos en mayor o menor escala. Entre los votantes del CiU, los que se consideran solo catalanes representan el 40 por ciento , mientras que un 58 por ciento también se siente español.