Bildu gasta 100.000 euros en un día con alcaldes del Kurdistán y Cisjordania

La nueva cita para el autobombo de Batasuna, que volvió a mostrarse al exterior como acérrimo defensor de la «paz», se ajustó al segundo aniversario de la Conferencia de Ayete , que le había servido a la banda como pista de aterrizaj e para decretar su renuncia «definitiva» a la violencia en octubre de 2011. De hecho, desde la «izquierda abertzale» se encargaron de engordar la expectación en torno a la visita de los «actores» internacionales reunidos otra vez en San Sebastián y se llegó a insinuar que la banda podría volver a asomar para hacer coindir un gesto en su desarme.

«Paciencia» para lograr la paz

No fue así. Es más, a diferencia del guión del primer Ayete, donde se redactó una «hoja de ruta» con recomendaciones a la banda y a los gobiernos de España y Francia, esta vez la principal aportación de los allí reunidos poco más de un día fue aconsejar «paciencia» para «construir la paz» en el País Vasco. No hubo propuestas por escrito, solo coloquios al micrófono con traducción simultánea hasta en kurdo o palestino árabe. No se oyó hablar de emplazamientos a ETA para que desaparezca y entregue su arsenal.

Pese al fuerte desembolso del Consistorio donostiarra, ahora no se ha igualado el «caché» de los «expertos» mundiales que se dieron cita en Ayete, incluida la resonancia de nombres como el del exsecretario general de la ONU Koffi Anan o Jonathan Powell, jefe de gabinete del ex primer ministro británico Tony Blair.

Ahora, el primer edil de San Sebastián, el bildutarra Juan Karlos Izagirre, hubo de conformarse con la presencia de una decena de alcaldes extranjeros, como el de Belfast (Irlanda del Norte) o regidores de ciudades menores de «pueblos amigos» como Palestina, Kurdistán, Córcega, Betraña o El Salvador. Al limitado nivel de los participantes, hay que sumar que en los días previos Izagirre tuvo que reconocer el sonoro plantón de algunos invitados ya confirmados, como el regidor de Barcelona, Xavier Trias, de CiU, o los de Biarritz (Francia), Durban (Sudáfrica) o Cochabamba (Bolivia). Los catalanes enviaron un edil como sustituto.

Tampoco asomó –pese a haberlo anunciado Bildu– el lendakari, Íñigo Urkullu, por estar de viaje oficial en Estados Unidos, aunque envió a su directora de Derechos Humanos. A cambio, concejales y asesores llenaron las «legaciones» extranjeras que tuvieron dos días para disfrutar de la ciudad de San Sebastián. Lamentablemente para ellos, el tiempo lluvioso les acompañó aquellas jornadas.

Faltan más facturas

Tras haber dado largas hasta ahora, el alcalde de Bildu respondió al fin al grupo del PSE en el pleno municipal del pasado jueves que se había gastado más de 100.000 euros en los preparativos de la conferencia. Incluso, avanzó que las cuentas aún no están cerradas y faltan facturas por contar. Los socialistas dan por hecho que el desembolso será mayor de lo anunciado a la vista de los servicios contratados por el equipo de Izagirre, que incluyó un «sistema muy completo de traducción simultánea» a los idiomas habituales –euskera, castellano, inglés y francés–, pero también al kurdo y árabe palestino. «Como si fuera la ONU» , lamentan desde el grupo socialista en el Ayuntamiento. A ello se deben añadir los costes del alquiler del edificio del Kursaal, azafatas, paneles «para tapar los asientos vacíos» o el alquiler de una gran pantalla de vídeo.

Bildu también ordenó la retrasmisión en directo de día y medio de conferencias en la televisión local para publicitar el encuentro y encargó elaborar una web específica, de la que «no queda ni rastro» en el propio portal del Ayuntamiento, asegura la oposición. Además, según aseguran fuentes municipales a ABC, el Ayuntamiento está editando un DVD con el contenido de las jornadas y elaborará una publicación y folletos con las conclusiones, que enviará al correo electrónico y postal de los donostiarras.

El éxito, una mesa local

El foro de alcaldes ideado por Bildu fue ampliamente criticado por socialistas y populares, que acusaron el «sectarismo» y «partidismo» de una iniciativa que no contó con las víctimas del terrorismo. El regidor donostiarra aprovechó esta ausencia para acomodar su mensaje y trasladar delante de la comitiva internacional su «profundo pesar de todo corazón» a las víctimas, tanto las de ETA, como las del «Estado y la guerra sucia», dijo durante la apertura en lo que fue el gran titular. Fuera, en las puertas del palacio de Ayete, Covite recordó que las víctimas no bailarán la «coreografía» por la «impunidad» que pretenden imponer desde el entorno radical.

El único y limitado rédito político cosechado por Batasuna fue convencer al alcalde socialista de Irún, José Antonio Santano, de que participara como ponente en la conferencia para vestirla de «plural». Lo hizo saltándose el criterio negativo de la dirección del PSE, que desde un principio desautorizó el foro por «partidista». Precisamente, en su balance de la jornada, Izagirre destacó del programa con ambición mundial la mesa local, es decir, la charla entre tres alcaldes guipuzcoanos, de Elgoibar (PNV), de Rentería (Bildu) y de Irún (PSE).